007

8 4 1
                                    

 Jimin retorció los dedos de sus manos antes de entrelazarlas con nerviosismo por debajo de la mesa. Llevaba aproximadamente 25 minutos sentado en aquel rincón de la cafetería, con Jungkook enfrente compartiendo un pastelito y algunas galletas, mientras este mismo le hablaba animadamente sobre lo que habían sido sus días.

 Trataba de mantenerse atento y concentrado en la conversación, respondiendo en los momentos exactos con las palabras o acciones adecuadas, sin embargo poco a poco su mente –un tanto dispersa ese día– le jugaba en contra.

 Dejando vagar sus ojos por las marcadas facciones del pelinegro, se encontró a si mismo disfrutando de la vista que se le proporcionaba. Si alguien le preguntase en ese instante a Jimin cómo definiría a Jungkook, este –sin pensárselo dos veces– diría que como una exquisita pieza de arte digna de admirar en los mejores museos y galerías.

 Sacudió su cabeza ante los pensamientos que se arremolinaban en su mente. Era consciente de que el pelinegro frente a él le atraía –probablemente demasiado para su salud mental y para la situación en la que se encontraban o bueno, en la que él mismo se había metido–. Por lo mismo, había tomado la decisión de alejarse cuando aún había tiempo, cuando aún podía controlar a su tonto corazón que no hacia más que crear ilusiones en base a nada, sin embargo su estrategia de simplemente ignorar la presencia de Jungkook no sirvió de nada ante lo persistente que llegaba a ser.

 Aparentemente Jeon había tomado la decisión tácita de volverse su amigo y demostrarle todo el interés del mundo, o al menos eso es lo que leyó en sus acciones cuando lo fue a buscar a la tienda y él se escondió sin ánimos de enfrentarlo o cuando le enviaba numerosos mensajes de texto sin importarle que el peligris no contestase.

 De haber sido otra persona, probablemente lo hubiera considerado acoso, la diferencia estaba en que Jimin lo deseaba, se encontraba hambriento de aquella atención y se regocijaba internamente cada vez que Jungkook se la daba, aunque se reprendiera en el mismo instante. No podía permitirse aquello, trataba de recordárselo a si mismo cada que tenía la oportunidad, pero nuevamente resultó inútil porque a fin de cuentas otra vez se encontraba sentado en una mesa, bebiendo café y disfrutando de la compañía que le brindaba el pelinegro.

 Sintió un cálido revoloteo en su estómago y soltó un suspiro al escuchar la melódica risa del contrario.

 Dios, estoy perdido – pensó volteando los ojos ante su propia reacción física.

~

 No supo exactamente de quien surgió la idea de pasear luego de haber consumido todo lo que habían pedido y haber pagado la cuenta, pero ahora se encontraban en un parque caminando a paso tranquilo uno al lado del otro, rozando sus hombros de vez en cuando, generando leves choques de electricidad en el cuerpo de Jimin cada vez que eso ocurría.

 Luego de un rato, decidieron tomar un descanso recostándose en el pasto y mirando el cielo mientras se perdían en la conversación que tenían. Definitivamente cualquiera que observase la escena podría ver lo mucho que disfrutaban de su respectiva compañía y de lo bien que lograban acoplarse.

 Por un momento, Jimin decidió quitar la mirada del cielo, cerrando los ojos y sintiendo la brisa que se abría paso entre los frondosos arboles a su alrededor. Una pregunta bailaba en su mente, haciéndose cada vez más fuerte y ruidosa, volviéndose imposible el evitar formularla aunque corriera el riesgo de evaporar el buen ánimo que tenía con la posible respuesta por parte del pelinegro.

 Armándose finalmente de valor giró su cabeza en dirección a Jungkook, mas la pregunta murió en sus labios al notar la intensa mirada que este mismo le dirigía, percibiendo en el proceso lo cerca que se encontraban ¿hace cuánto tiempo que estaban así?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 14, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Blueberry Skies ~KOOKMIN~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora