I WANNA BE A DAD» jjk

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Kang-ryul

Estoy empezando a asustarme, pero, se supone que mantener la calma ayuda, no entiendo porque esto tarda tanto, me duele, pero aún no está listo para salir porque me falta dilatar unos centímetros más. Así que aquí estoy, aguantando como una campeona porque no me queda otra más que hacerlo.

—Estoy nervioso.

—No me digas, yo también.

Nos reímos para no llorar.

—Ryul— aprieto mi agarre en su mano, ha estado cuidándome y soportando mi mal genio cuando realmente no le corresponde, estoy agradecida por eso— ¿Vas a dejarme cuidarte luego de esto?

No tardo en negar con la cabeza.

—Tienes que centrar toda tu atención y cuidado en Jeanggu— respira, respira profundo— y ambos sabemos que si me quedo un poco más después de que el bebé nazca, no voy a querer irme.

Las contracciones son... interesantes, duelen, pero creo que las estoy soportando bien. No estoy a los gritos.

—Ryul.

—¿Si?

—Me prometiste que estarías a mi alcance siempre, no se te olvide eso.

—Lo hice y planeo cumplirlo, puedes estar tranquilo al respecto.

Sonríe suavemente.

—Es que no lo estoy, realmente no me siento tranquilo solo dejándote ir. Pero sé que debe ser así o las cosas no serán como ambos deseamos.

—Tenemos una perspectiva y deseos muy distintos.

—Pero aún así nos acoplamos tan bien. Quizás en un tiempo más.

—No quiero sonar pesimista, pero en un tiempo más probablemente esto que nació en ti hacia mí, ya no exista.

—¿Y que hay de lo que nació en tí hacia mí? ¿Morirá también?— trago saliva, me devolvió la pregunta y he quedado muda—Tú tampoco crees que se acabe tan fácil, yo sé que no, tú sabes que no. No somos tan efímeros, Ryul.

Cierro los ojos, bonito momento para hablar sobre nuestros inexplicables sentimientos que parecían bastante dormidos hasta hace diez minutos.

—Escúchame bien— le digo, volteo a ver a los dos mayores sentados a lo lejos hablando de quién sabe qué, así que sigo confiada en que no escuchan— quiero que disfrutes de Jeanggu, céntrate en él, en lo maravilloso que es porque es tuyo, disfruta aprender a ser papá y no importa todo lo que eso te tome, probablemente serán años, no importa, de verdad, te prometo que resulte como resulte en esos años, lo aceptaré como venga, si aún existe algo aquí— coloco mi mano abierta en su pecho, me observa atento— para mí, es porque definitivamente así debe ser.

Asiente sonríe a medias.

—No puedes dejarle todo al destino y la vida así como si nada, debes actuar en algún punto para que lo que quieres se dé.

—Pero aún-

—Sabremos cuando será indicado, y, por mi parte, cuando lo sepa, voy a actuar para obtenerlo y que resulte. Prometo que voy a buscarte.

Realmente es un gran terco.

—¿Por qué tienes que ser así? Quizás sería más fácil si fueses un cretino.

—Ya sabes, me criaron bien.

—Eso parece. No seas terco, por favor.

La enfermera regresa, me sonríe y me pregunta cómo me siento.

—Agotada y adolorida.

—Lo está soportando muy bien.— luego entra el médico, este igualmente me sonríe y saluda animado— Me parece que ya estás lista.

—Creo lo mismo. Los padres del futuro papá están en la sala de espera, puedes ir a atenderlos mientras nosotros movemos a la señorita Kang-ryul.

No, que miedo. Pero estoy lista.