Sin City - Jenlisa (G!P)

One more (5)

"Siempre que quieras irte, dímelo y nos vamos" Kai susurró en mi oído mientras maniobramos a través del club oscuro una vez más. "No te vayas en busca de una bestia tatuada que quiera acostarse contigo" se burló.

Puse los ojos en blanco "Por favor, recuérdame ¿por qué estamos aquí de nuevo?" Pregunté mientras pasábamos por seguridad.

"Estabas tan preocupada por estar aquí la primera vez que no hiciste un recorrido adecuado por las instalaciones. Espero que un vistazo te convenza de que esto es lo mejor para nosotros"

"No contaría con eso" me reí entre dientes más seria de lo que él era consciente.

Tuve que luchar contra cada impulso en mí de no gritar cuando vi a Krystal dirigiéndose hacia nosotros. Esta vez llevaba un vestido sin tirantes que mostraba cada curva de su esbelta figura. Su escote nos ha saludado antes que ella. Su cabello estaba recogido en una coleta alta.

"Sr. y Sra. Kim, me alegra verlos a los dos nuevamente esta noche. ¿Cómo puedo ayudarlos?"

"Juega bien" Kai me susurró casi inaudiblemente. Envolvió sus brazos alrededor de mis hombros. "Es bueno verte otra vez"

Sí. Es bueno verte de nuevo con tu escote, Krystal.

"No pretendemos ser una molestia, pero mi esposa es aprensiva. Necesita un poco de persuasión. Si no le importa, nos gustaría echarle otro vistazo".

"No hay problema, Sr. Kim".

"Llámame Kai y esta es Jennie".

Ella asintió. Aquí vamos de nuevo. Rápidamente superamos la sala principal, el bar y la sala de baile. Ya que anteriormente navegamos por cada uno de ellos durante nuestra visita anterior. Krystal nos llevó al comedor que estaba tenuemente iluminado con música de fondo. En general, el ambiente era acogedor. La comida tampoco se veía mal. Podría haber sido romántico si no estuviera escondido en un club de swingers. La seguimos a los vestuarios que conducían a una de las tres áreas de jacuzzi. Maniobramos a través de la habitación y luego regresamos por donde entramos.

"Detrás de estas puertas es donde ocurre la verdadera diversión" dijo alegremente abriendo las puertas dobles. La seguí a través de las puertas vacilante "Las habitaciones están divididas por preferencias"

Noté que todas las áreas estaban etiquetadas: voyeur, gangbang, BDSM, etc. Elegí no repetir las otras, ni siquiera en mi cabeza. Cuando me asomé a través de una puerta específica pude ver claramente a la gente follando: dos chicos, dos chicas y dos chicas un chico. Algunas de las habitaciones estaban completamente cerradas, mientras que otras estaban abiertas para que cualquier espectador pudiera entrar y observar. Sentí que se me encogía el estómago al darme cuenta de que yo era simplemente un plebeyo en Sin City. Observando una piscina incapacitada con ninfómanas sexualmente avanzadas, adictos al sexo y hombres y mujeres bicuriosos.

¿En qué me he metido? Estar aquí era como estar en un porno tridimensional. Todos parecían tan abiertos y libres sobre su sexualidad. La cantidad de personas que pasaron desnudas a mi lado fue desagradable. Me sentí como el bicho raro. Quizás el problema fui yo. Quizás era demasiado tradicional para encontrar algo de esto atractivo.

Krystal nos condujo a una de las habitaciones de voyeur como Kai había insistido. Tomé la mano de Kai con inquietud mientras Krystal abría otro par de puertas. Nos sentó en un sofá mientras abría una cortina que revelaba a una mujer con piel de porcelana y cabello rojo de bomberos. Ella estaba completamente desnuda. A cuatro patas, mientras un hombre un poco mayor la tomaba por detrás. Mis ojos se agrandaron aturdidos por la vista frente a mí. Estaba equivocada, esto era mucho peor que una pornografía. Podría eliminar una pornografía de mi navegador. Podría ver una película porno en la privacidad de mi propia casa. Pero aquí, no tenía muchas opciones más que sentarme y mirar. O mirarme las uñas. Esto no me atrajo, ni me sedujo sexualmente. La mayoría de las veces era incómodo como una mierda. Estas personas estaban teniendo sexo en lo que parecía una caja de cristal. Mientras los mirábamos como animales de zoológico. En todo caso, esto era mortificante. La mujer gritaba y jadeaba mientras el hombre gruñía tirando de su cabello. No fue nada amable al respecto. Este no fue un sexo agradable y fácil. Fue animal. Se veía sucio y doloroso como perros. Parecían ignorar el hecho de que los tres estábamos mirando.