Sin City - Jenlisa (G!P)

Haunted (18)

Lisa mencionó que no podía dejar de pensar en mí. Tampoco podía dejar de pensar en ella. Pensaba en ella con cada paso que Kai y yo dábamos de regreso a nuestro apartamento. Cada detalle de ella y esa noche se deslizó hasta el primer plano de mis pensamientos. Recordé las marcas de tatuajes verdes en su cuerpo. Su aroma que olía fresco y adictivo. El pequeño hoyuelo en su mejilla derecha. La sonrisa que jugaba en sus labios cuando estaba lista para el sexo. Sus labios regordetes contra los míos, contra mi vientre, mi sexo. 

El sabor de las fresas y el champán en su lengua. Su voz y su dialecto crudo que me atormentaba. Ya la extrañaba tanto que me dolía. Me duele tanto que me rompí a llorar ante la idea de no volver a verla nunca más. De no poder nunca volver a tocarla o dejar que ella me toque a mí. 

Yo era un desastre. Un accidente de tren triste, patética, de una mujer debido a una decisión. Una noche. Una mujer. El sexo lo cambió todo. Cambió mi forma de pensar. Alteró lo que una vez quise y necesité. Hice bien en rechazar a Lisa, pero como un idiota, cambié de opinión por despecho. ¿Por qué había cambiado de opinión. Descansé mi cabeza contra el muslo de Kai mientras miraba a Pretty Woman mientras Kai navegaba por la web en su computadora portátil. Tracé pequeños círculos en su muslo mientras mi mente comenzaba a divagar.

"¿Cuántas veces has visto esta película?" preguntó Kai. 

"Demasiadas para contarlas."  Susurré. 

"La película termina igual sin importar cuántas veces la veas. ¿Por qué mirar una y otra vez?" 

"Porque Richard Gere es sexy." Me reí entre dientes sabiendo que mi enamorado de fantasía lo molestaba irracionalmente. 

"¿Es él?" preguntó Kai. 

Golpeó la parte frontal de su computadora portátil y la apartó. Luego empezó a hacerme cosquillas hasta que estallé en un ataque de risa incontrolable.

"¿Kai?"  Balbuceé entre risas. 

"Está bien. Está bien, él no es tan sexy." Mentí mientras seguía haciéndome cosquillas.

"Eso es lo que pensé." dijo deteniéndose de repente. Me senté a horcajadas sobre su regazo. 

"¿Qué es esto?" 

"¿Qué quieres decir?" Le pregunté esperando que no estuviera hablando de lo que pensaba. 

"Eres diferente. Has sido diferente desde que regresaste del hotel. ¿Quieres hablar de eso?" 

Negué con la cabeza. "No." 

Su rostro decayó. Sabía que Kai sintió el cambio porque yo lo sentí. Estúpidamente pensé que una noche no cambiaría nada, pero lo había hecho. El cambio fue monumental pero palpable. 

"Me voy a la cama." 

"Cierro los ojos por un segundo y me acuerdo de tus grandes ojos marrones, tu pecho perfecto, tus piernas, tu bonito coño, tu olor, tu voz ... tu sabor."

"Apenas te conozco y te extraño. ¿Qué tan jodido es eso?" 

Cerré los ojos tratando de alejar las palabras de Lisa y encontrar el sueño mientras era vagamente consciente de la respiración superficial de Kai. Sentí que mis ojos se cerraban y luego todo se oscureció.

El familiar toque de sus dedos se deslizó por mi espalda. Sus labios siguieron el rastro invisible que dejaron sus dedos. Su boca subiendo por mi columna. Sus labios se sintieron bien presionando contra mi piel hasta que llegaron a la nuca. Sus dedos se deslizaron debajo de mí y ahuecaron mi coño. Mis ojos se cerraron con fuerza cuando el placer comenzó a abrumarme. Solté un profundo suspiro.