Sin City - Jenlisa (G!P)

Fickle fackle (33)

Kai y yo no nos habíamos dicho mucho desde el jueves por la noche cuando hablamos y la conversación se convirtió en una pelea. Kai sabía de Lisa pero estaba esperando a que yo confesara. Tenía muchas ganas de decírselo, pero cada vez que lo intentaba me miraba con certeza y no pude.

Tenía que decírselo pronto. Se lo diré esta noche. Se lo diré esta noche.

Repetí tratando de engañarme a mí misma para ser valiente. Kyungsoo y Jimin tuvieron que asistir a una fiesta promocional de la empresa para la que trabajaba Kyungsoo, así que reprogramamos nuestros planes para más adelante en la semana.

Ese mismo día, hice ejercicio durante aproximadamente una hora en el gimnasio donde finalmente vi a Jaebum. Me disculpé por ponerlo en medio de mi drama. Aceptó mi disculpa, pero me di cuenta de que todavía estaba molesto, lo que me hizo sentir muy mal.

Me prometí a mí misma que me mantendría alejada de Lisa por un tiempo y lo hice. No la había visto desde el jueves por la noche y era sábado. Quería verla antes de que se fuera a Tailandia. Esta noche fue mi última oportunidad. Me dije a mí misma que terminar con esto era algo bueno. Lisa tenía demasiado control sobre mí. No era yo misma cuando estábamos juntas. Sentí que tenía que traer mi juego A.

Todo tenía que ser perfecto. Tenía que ser este faro de perfección porque su perfección me intimidaba. Pasamos más tiempo juntas esta semana que Kai y yo en mucho tiempo, pero no me sentí incómoda con Lisa como debería haberlo hecho. Sentí que estaba presentando un espectáculo de una sola mujer para impresionarla. Era mezquino pensar de esa manera y lo sabía, pero no podía detenerme.

Lisa tuvo mucha acción y yo estaba consciente de eso. Lo que pasó en el club el otro día con Mina solo alimentó mi comportamiento errático. Ver a la mujer que ella prefería antes fue intimidante. De alguna manera necesitaba diferenciarme de las demás y la única forma que sabía de cómo lograr ese objetivo era ser perfecta o fingir ser perfecta.

En la última semana y media, fui a ver a mi estilista el doble de lo habitual. Visité el spa con más frecuencia para el tratamiento del bikini y la piel, de modo que mi piel siempre estuviera flexible y sin vello. Compraba más a menudo porque siempre sentí que necesitaba algo nuevo para completar mi conjunto, ya fuera más lencería o un nuevo par de pantalones cortos. Nunca me he comportado con mayor cuidado que con Lisa. Era difícil ver con claridad más allá de la neblina sexual en la que estaba.

Estar con Lisa era como estar drogada con la vida. Todo fue mejor. Me sentía mejor. ¿No sabía lo que sentía por ella? A veces se sentía como un enamoramiento y otras como una adicción.

¿Me importaba ella en absoluto o era toda esta emoción solo lujuria disfrazada de amor? Fue difícil para mí admitirlo, pero estaba drogada con esta droga mejor conocida como Pranpriya 'Lisa' Manoban.

Me paré en su puerta vestida con una falda negra corta y suelta, un corpiño estampado y espalda descubierta. Mi cabello me caía por la espalda en largos mechones de color marrón canela. Cuando finalmente abrió la puerta, mi corazón se detuvo por una fracción de segundo cuando su impecabilidad atrapó mi mirada antes de latir como un maldito tambor.

Se veía deslumbrante con un par de bóxers blancos y un sostén deportivo negro. Tenía una expresión indescifrable pero sus ojos ardían de lujuria. Por supuesto, no llevaba camisa, pero me encantaba verla desnuda.

Mis ojos estaban libres para vagar sobre su piel tatuada y las venas que sobresalían de la parte inferior de su abdomen. Sus bóxers colgaban muy bajo de sus caderas haciendo que mi emoción brotara salvajemente. No podía entender por qué encontraba sus venas abultadas tan sexys excepto que las veía como evidencia de su temperamento enardecido que encontré sexy. Lisa hizo que todo fuera sexy.