Roses [Darlings 1] (En pausa)

2. El rencuentro

Me despierto a las ocho de la tarde, bueno en verdad ya es casi de noche. Realmente necesitaba dormir. Oigo la voz de mi padre abajo, parece que habla con alguien por teléfono, no está de muy buen humor. Decido darme una ducha antes de bajar. Conecto mi móvil a la ducha y Good 4 u de Olivia Rodrigo suena por los altavoces, el baño de mi habitación es de ensueño ya lo sé. Cuando acabo de ducharme oigo a mi padre llamar a la puerta de la habitación.

- Pasa! - le digo para que entre.

- ¿Dónde estás? - pregunta cuando noto que ha entrado en la habitación.

- Estoy en el baño.

- ¿Qué quieres hacer? ¿Prefieres que cenemos aquí? o ¿Quieres ir a algún sitio? - pregunta al otro lado de la puerta.

- La verdad es que hace mucho tiempo que no voy a BOA- digo muriendo de felicidad por dentro, mientras lo imagino sonreír, sabe cuánto amo ese restaurante- ¿puedes preguntarle a Dylan si le apetece? - necesito ir ahora.

- Dylan se ha ido con los chicos, solo somos nosotros dos. La reserva es para las nueve y media, así que date prisa. - Él sabía a dónde querría ir desde el principio.

-Te quiero- chillo y oigo su risa alejándose. Tengo cuarenta y cinco minutos para arreglarme, no hay tiempo que perder.

Me pongo mi vestido favorito rosa palo y unos tacones plata. Mi maquillaje es simple y mi pelo solo tiene algunos rizos naturales. Bajo las escaleras y veo mi padre sentado en la barra de la cocina mientas mira algo en su móvil. Levanta la cabeza cuando oye el ruido de mis tacones.

- ¿Lista? - pregunta levantándose.

- Siempre - digo llegando a su lado.

- Esa es mi niña- dice el alegre mientras coge las llaves de su coche y vamos hacia el garaje.

Subimos en su coche, es nuevo, por cierto, y estamos en silencio los primeros cinco minutos.

- ¿Qué tal el jet lag? – pregunta mientras se concentra en la carretera

- Podría ser mejor, no sé cómo Dylan lo lleva tan bien.

- Es la costumbre- me responde él.

- Supongo que no habrás deshecho las maletas.

- Nop, ahora que lo dices quería preguntarte algo – él asiente con la cabeza – puedo decorar mi habitación con otro estilo, se ha quedado un poco niña de 14 años.

- Con decorar ¿A qué te refieres? ¿Vas a querer pintar y muebles nuevos también? - pregunta sabiendo la respuesta.

- ¿Puedo?

- Claro que sí, pero primero piensa que vas a querer, que te veo comprando mil cosas que después no cabrán en la habitación.

- Eso está hecho.

- Ya veremos - hace una pausa – ¿Crees que podrías grabar alguna canción antes de empezar en la universidad?

- Queda un mes para empezar las clases y tengo unas cuantas listas para grabar, ¿Por qué lo dices? - Intento disimular la emoción. Hemos llegado al restaurante así que bajamos del coche.

- Tengo un amigo que está interesado en ti- dice tranquilamente, pero intentando descifrar mi cara.

- AAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!- todo el mundo se gira hacia nosotros, incluidos los paparazis, pero me da igual yo solo lo abrazo.

- Hey, tranquila, primero necesita demos.

- Okay, ¿puedo saber quién es? - pregunto con ojos de angelito mientras avanzamos a la entrada.