Roses [Darlings 1] (En pausa)

8. Abogados

Bella

- Sé que no quieres salir y lo entiendo, pero necesitas hablar con tú padre. - La voz de Zach me devuelve a la realidad.

Solo llevaba quince minutos en esta habitación y ya había conseguido olvidarme de todo lo que había pasado ahí fuera, pero él tenía razón, papá necesitaba una mejor explicación que el chillido de Dylan, se la merecía.

- Tienes razón- Zach y Daniel me miran sorprendidos- Necesito afrontar esto y mi padre merece una explicación.

- Pues salgamos- suena la voz de Daniel y los dos lo seguimos.

- Papá está llamando a los abogados. - no necesito que Dylan diga nada más, empiezo a caminar escaleras arriba. - ¿Quieres que te acompañe?

- ¿En que ayudaría? - mi voz tiembla.

- Ey, hermanita, no estás sola. - ese "hermanita" me recuerda a cuando tenía ocho años y Dylan diez. Los dos éramos felices viendo nuestra infancia en España. España. Papá me va a mandar a España.

- No quiero volver, quiero quedarme. - mi voz se rompe. - Te lo ha dicho.

-He intentado explicarle que aquí estarás mejor, pero dice que no quiere que estes cerca de Liam y que hiciste bien en no venir, aunque él antes no entendiera el por qué.

- Dylan no quiero volver a España, quiero estar aquí, quiero luchar por mis sueños. Allí no tenía a nadie. Solo estaba mamá.

- ¿Cómo? Venga, sé que no quieres irte, pero no exageres. Tenías a Clara a Estela y a Lucía.

- No, Clara se fue a México hace más de un año y Estela y Lucía se alejaron de mí poco después. - su cara cambia.

- Cuando preguntaba por ellas siempre tenías anécdotas y parecías feliz.

- Soy mejor actriz de lo que crees. Además, mamá se va a Italia, el abuelo dice que ya no puede seguir a cargo de la empresa. Mamá se ira a Italia desde allí controlara las empresas de Europa y Emma, nuestra prima, será la encargada de las sucursales en América.

- ¿Por qué yo no estaba al tanto de todos esos cambios?

- Porque no lo has preguntado.

- Bella, necesito que hablemos. - La voz de mi padre suena a mis espaldas.

- Está bien.

- Necesito que me lo cuentes todo, los abogados llegarán en 20 minutos. - su voz suena con el tono autoritario de siempre, pero a la vez dulce, como si tuviera miedo de que yo fuera de cristal y su voz pudiera romperme.

-Está bien, subamos- digo empezando a subir.

- Vosotros no.- suena la voz de mi padre, haciendo que yo me gire y vea como Dylan, Zach y Daniel se han parado en los primeros escalones.

- Ellos pueden venir- hago una pausa- si quieren. - Zach me regala una sonrisa.

- Bueno, pues no quieren. - dice él tranquilo.

- ¿Les has preguntado? - él se calla. - Papá, yo te quiero, pero ¿Alguna vez haces algo pensando en los demás? - el no habla. - No - respondo por él. - por eso NECESITO que vengan conmigo. - me doy la vuelta y sigo subiendo las escaleras cuando Dylan me alcanza.

- ¿No crees que te has pasado un poco?

- Tal vez, pero ¿me vas a decir que lo que he dicho era mentira?

- No sería verdad.

- Pues eso.

Me siento en el gran sofá que debe haber costado una fortuna del salón y espero a que los demás hagan lo mismo.