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- ¿Dónde estabas? – pregunta Dylan nada más entro por la puerta.

- He ido a por pintura para las paredes de mi habitación- digo levantando el gran vote de pintura que sujeta mi mano.

- ¿Y eso te lleva tanto tiempo?

- Necesitaba un Starbucks. No recordaba lo bueno que estaba aquí.

- Bueno, te ayudo a subir la pintura a tu habitación. – dice cogiendo el pesado bote de pintura y yo le sigo. - ¿Cuándo la vas a pintar?

- No lo sé mamá y yo compramos ayer algunos muebles cuando nos quedamos solas, pero nos dijeron que tardarían unas dos semanas, lo haré antes de que lleguen.

- ¿Qué vas a hacer esta noche? – suena tranquilo y despreocupado.

- Quiero componer, pero no sé si conseguiré algo bueno o solo canciones tontas como han sido las diez últimas.

- Vente conmigo, noche de hermanos.

- Y... ¿qué haríamos?

- Podemos ir a la playa, cenar por algún sitio, hace tiempo que no has estado en LA, podemos...

- Me apunto, no hace falta más. - le interrumpo.

- Pues voy a ponerme el bañador, haz lo mismo y en 15 minutos abajo.

- Si, señor.- digo con una sonrisa en la cara.

Cuando acabo de vestirme y preparar mi mochila con toalla, crema, gafas de sol, etc. Bajo abajo y veo a Dylan saliendo de la puerta que conecta el garaje con el interior de la casa.

- Vamos hermanita – dice sonriendo. – ya está todo en el coche.

- Pues allá vamos.

Dylan y yo pasamos horas tirados en la arena recordando nuestra infancia, en algún momento debatimos lo que pasó, ya que tenemos distintos puntos de vista. Como cuando me empujo por las escaleras cuando yo tenía nueve y fingió que había sido un accidente o cuando se enfadó conmigo porque le "quitaba" su ropa, yo solo la tomaba prestada.

Echaba de menos el pasar tiempo con Dylan. Siempre habíamos estado juntos, excepto estos últimos dos años, pero ahora volvemos a estarlo y soy la hermana más feliz.

*******

Llegó el momento son las 10 de la mañana y mi encuentro con el demonio está a punto de producirse. Veo a Liam entrar en la cafetería, lleva una gorra y gafas de sol, para camuflarse, pero no es difícil reconocerle.

- Buenos días, Bella. - lo serán para él, pero yo quiero que esto acabe cuanto antes.

-Buenos días Liam. - finjo la voz más cariñosa que puedo.

- Esta preciosa, ¿lo sabías? – su voz cursi me irrita.

- Me lo han dicho. – uy he sonado más borde de lo que debería. - ¿Qué has hecho estos últimos meses? – aparte de acosarme.

- Pues me está yendo bien estamos acabando mi próximo álbum. Te lo habrá dicho tu padre.

- La verdad, es que no.

- ¿Y a ti que tal?

- Bueno aquí me ves. En LA.

- Supongo que has entrado en la USC.

- Supones bien. - sonrío.

- Buenos días, bienvenidos a Harry's ¿Qué puedo servirles? - esa voz me suena.

- Ruby! ¿Trabajas aquí?

- Bella! – ella sonríe ampliamente y se agacha a abrazarme, cosa que no me esperaba. – Es de mi tío, la cafetería, me gusta echar una mano. - yo le sonrío, me cae muy bien esta chica.

Roses [Darlings 1] (En pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora