-"EL MANUAL DE LA BUENA ESPOSA"-

Capitulo 1

-EL MANUAL DE LA  BUENA ESPOSA"-

Ubicados en el año de 1890, en plena Época  Victoriana, nos ubicamos en la Sierra de Guerrero en Tixtla, en una de las haciendas más  importantes de Cacao, llamada -"El Encanto"- ellos procesan el Cacao y lo convierten en Xocolatl bebida de los Dioses según el  Tlatoani Moctezuma.

Ka Pareja conformada por Jerónimo y  Florencia es como una de tantas, se han aprendido amar a pesar de sus notables diferencias, el quiere participar de la educación y formación de sus hijos, pero ella se niega a ello, pues su único deber es proveer lo necesario.

El afamado Doctor Jerónimo II, aún  recuerda cómo conoció a su ahora esposa, recuerda que se dio un baile en la hacienda de sus padres de la joven para anunciar su presentación en sociedad, él era un joven médico que había sido mandado a aquellos inhóspitos lugares de Dios, para dar servicio médico a la gente que lo requería en aquel lugar, si él era un joven de la ciudad de buena familia y buen apellido. Él  a menudo recuerda como se acercó a ella, él le pidió el  sexto baile, y con ello el Segundo vals y ahí  empezó la historia de enredos, ella salió  un día al pueblo para hacer unas compras sola sin su acompañante, el  joven doctor se acercó a auxiliarla y días después anunciaban su compromiso.

En definitivo había de todo menos amor, un matrimonio concertado entre ambas familias, por eso el quería que sus 6 hijos se casaran por amor, que ellos escogieran a sus esposas, que pudieran elegir libremente.

El ya no era un jovencito influenciable, y opinaba con sus amigos que las nuevas generaciones de mujeres, tenían talento personalidad, astucia e inteligencia con mucha fuerza y valentía y que no solo era un mueble o un artículo decorativo que dedicaba sus tardes a bordar a coser  las ropas, cocinaba,  y hacía la jardinería,  pintaba y cantaba, cosa que le parecía extremadamente aburrida.

Jerónimo educaba a sus hijos para hacerlos pensar y tener criterio propio, hasta que su esposa Florencia le pidió encarecidamente no inmiscuirse en la educación de sus hijos.

Lo que ella no sabía que Jerónimo siempre buscaba tener contacto con sus hijos y aconsejarles;  alguna vez observó a Aura en la Biblioteca de casa, mirando detenidamente un libro de medicina, tratando de descifrarlo, el estaba escondido hinchado de orgullo, entró despacito a la habitación la niña, se sobre salto y se asustó su Papá de manera tierna, la tomó de los hombros y la abrazó para poder tranquilizar su corazón y le dijó con una sonrisa cómplice   -¡Tenemos que hablar señorita!, ella lo observaba con sus ojos muy abiertos.

Jerónimo le preguntó  -¿Que te pareció lo que viste?, -la niña sonrió con  alegría,  y le contestó con otra pregunta ¿todo eso que se ve ahí lo tenemos aquí?, señalando su torso.

(Continuará)