-"EL MANUAL DE LA BUENA ESPOSA"-

Capítulo 12

-"EL MANUAL DE LA BUENA ESPOSA"-

-Mientras tanto Aura, en la Universidad de Londres, estudiaba día y noche, junto a sus compañeras algunas materias, no se le dificultaba para nada.

Aura recordaba que observaba a su padre y hermano cuando atendían a sus pacientes, solo tenía que acostumbrarse a términos médicos, así que solo repasaba ciertos temas que no lograba entender.

Mientras tanto, el Dr. Jeremy McTavish, la veía con curiosidad cuando realizaba las prácticas, pues ella no hacía muchas  preguntas en clase, además de discutír temas de forma segura, ella y sus compañeras no hacían alarde de si mismas, pues sabían cuál era su lugar, ante sus profesores,  que no permitían que las mujeres fueran superiores a ellos.

Ana Galviz Hotz, en una ocasión pidió permiso para practicar con los muertos, que llegaban en calidad de desconocidos, para ver la composición del cuerpo humano.

Sus profesores que eran de la ala conservadora, denegaron la propuesta, y los doctores reformistas jóvenes como McTavish y Elliot defendieron la petición de las futuras Doctoras,  hubo un enfrentamiento pero no pasó a mayores, pues las mujeres decidieron ceder, pues no todos apoyaban las ideas extravagantes de las chicas.

Al cumplirse los 6 meses, llegó el tiempo de las visitas en aquel internado, el joven Doctor Jeremy McTavish, miró a lo lejos a Aura, feliz y sonriendo junto a 2 jóvenes, el se puso celoso, y se acercó  a observarlos detenidamente, en aquel restaurante y veía detenidamente los gestos de la joven morena y que había pasado de la alegría, a la tristeza y preocupación y enojo en unas horas, notó que a ambos caballeros, ya los había visto en alguna ocasión en la ciudad, así que después investigaría a ambos y el lazo que los unía con la joven que amaba, y se retiró de aquel sitio tratando de no llamar la atención.

Mientras tanto Abundio, puso al tanto a su hermana de lo acontecido, lo que ocurrió con  Emiliano, de sus Padres, la puso al tanto de todo le dijo, que solo contaban con la Hacienda -"El Encanto"-.

Aura, lo miró y le dijó - sabíamos en nuestro  interior que Emiliano terminaría así.

-¿Hermana, tú  creés qué maten a Emiliano en las Islas Marías?, preguntó  Abundio.

-¡No lo sé!, lo que si te digo que al gobernador le interesa más vivo que muerto, respondió Aura; ahora mí pregunta ¿cómo está Papá, con todo esto?, me preguntó  ¿si ya se habrá  dado cuenta de que mamá  mantiene a  Villavicencio y a mi hermana?.

-¡no lo creo!, De haberse dado cuenta yo lo hubiera sabido, respondió  Abundio.

Si no se pareciera Emiliano a nosotros a nuestro Padre, si no tuviera esa marca familiar, yo pensaría que es de Victor, respondió Aura.

Abundio la observó y le contestó- ¡Tontita!, por ahí  no va la cosa, a él, le gustan las jovencitas, todavía recuerdo como llegue a tiempo antes de que tocará a Clarisa, el muy infeliz, ¡Pero bueno!, Clarisa, está en un internado segura, estudiando para educadora.

-¡me alegro mucho, en verdad! continuó  hablando Aura, por favor cuando puedas enviale esta carta a Papá, .... ¿Te confieso algo?, se que vine a estudiar, para ser Doctora, pero en el corazón  no se manda, me gusta alguien, pero venimos de mundos distintos; es un Dr. Escocés se llama Jeremy McTavish, pero dudo se fije en alguien como yo, ¡ah!, se me olvidaba decirte por cierto, pase lo que pase, cuenta conmigo para siempre, solo cuidate por favor, hay gente que jamás  va entender.

-Abundio, le tomó  su mano, y la besó  ligeramente y le dijó- ¡Gracias por entenderme!, Es muy importante para mí, y claro me cuidaré.

Cuándo  fueron a dejarla al la Universidad en aquel internado, Richard Mcfadyen, notó la  mirada de aquel Dr. Escocés, le mencionó  a Abundio, lo que observó y  sólo sonrieron en complicidad, mientras Abundio pensaba para sí  - ¡Ay, hermanita si supieras que traes loquito a tu doctor!.

(CONTINUARÁ)...