—deberíamos irnos ya, falta poco para que comience la próxima clase. — dijo koushi pegando con su codo el codo de tetsuro, se levantó al instante y sonrió hacia bokuto y su acompañante, tomó del brazo a kuroo y se lo llevó, se podían escuchar los quejidos del azabache por no querer irse, y las estupideces que le decía a kotaro.
Bokuto observo su cuaderno, el que poco y nada había tocado en la clase anterior, suspiró y recostó su cabeza en la mesa. —akashi, ¿entendiste la clase anterior?, por más que haya pasado lo mismo el año pasado, lo olvidé. — berreo el bicolor, engullendo en la acción un onigiri.
Akaashi suspiró, y asintió para si mismo, haría que bokuto entendiera, no soportaba ser alguien que dejara las cosas a medias, menos si tenía que ver con el aprendizaje de su compañero de banco.
—"la existencia procede a la esencia", en el caso de los objetos, las cosas no definen su esencia, bokuto-San, la mesa no decidió lo que quería ser. — pasó su lengua por sobre sus finos labios, y prestó atención a kotaro, que asentía, mirándole atento.
—en el caso del hombre, la existencia procede a la esencia, lo cual equivale a decir que, el hombre se define a sí mismo, determina su propia identidad. —
Kotaro asintió, anotando sus ideas locas sobre su cuaderno, con ideas locas que sólo el podría entender, y volvió su mirada a la de akaashi. —¿si yo quiero puedo ser un búho?, Me quiero definir como un búho cornudo. — soltó una risa escandalosa al ver la reacción de akaashi, keiji no se había movido ni un centímetro. Eso le hacía gracia.
—akaashi, ¿quieres ir a comer al almuerzo conmigo?, digo, sólo si deseas. — dijo un torpe bokuto, tropezando con sus palabras, quizás después de todo akaashi tenía como un inhibidor a las cualidades y tácticas de bokuto de atraer a las personas.
—con una condición, bokuto-san. — le daría una oportunidad, ¿cómo no podría?, si dijo bien su nombre, al final.
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las personas que se devolvieron a votar, ¿ustedes quieren que les bese? <3