—¿suavecito?—akaashi aún no lo soltaba, a pesar de haberle dicho que estaba muy cerca, bokuto aspiró profundo, y asintió, apretando aún más el cuerpo de keiji. —eres como un peluche, debería tener un peluche en forma de tí.—
—eso sería muy tétrico, bokuto-san.—
Kotaro soltó una risotada, realmente el cuerpo de keiji era muy suave, y agradable, sí, esa palabra lo describía, totalmente.
Ya habían pasado al menos unos 5 minutos más, abrazados y sin ninguna palabra, bokuto soltó el agarre, y quedó frente a frente con akaashi.
—akaashi, te quería pedir un favor, es que la verdad me da miedo dormir sólo, abajo, porque en cualquier momento puede salir un mounstro debajo de la cama, y no quiero que duermas en el suelo, ¿te molesta dormir conmigo?, ¡soy muy calentito!, ni notarás que estoy a tu lado.—
el rostro de bokuto era demasiado expresivo, ¿de verdad no le dolerá de tanto mover los músculos de su cara?
keiji salió de entre sus pensamientos, y asintió, hasta que volvió a procesar lo que había dicho, ciertamente no habría ningún problema con que dos hombres durmieran juntos. pero bokuto tenía un cuerpo corpulento, y grande.
—sabia que lo entenderias, te aprecio muchisisisisisisisimo, en serio.—Bokuto tomó la almohada que estaba sobre el futón, y la dejó sobre la cama, espero a que akaashi se acomodará, y se recostó a su lado, envolviendose en las sábanas.
Se recostó de lado para ver que akaashi, y sonrió. Sus ojos parecían cansados, y cómo no, si era tan carismático e inquieto. Solo podría ser dos tipos de persona durmiendo, el que habla mientras duerme, y patea todo, o el que queda en modo tieso, y aunque tuviera una orquesta a su lado, no despertaría.
Akaashi esperaba que fuese la segunda, era muy quisquilloso al dormir.
