Little Yoonie ( Yoonseok )

veterinario

Algo que no le gustaba a Yoonie era el veterinario, ahí estaba frío todo el tiempo, solían tomarle la temperatura y dolía un poquito cuando lo hacían ya que solían meterle un termómetro allí atrás.

Y algunas veces le ponian inyecciones. Hoseok solía  decirle que iban a la casa de uno de sus amigos y entonces así lo hacía entrar en su bolso para poder irse, pero Yoonie se daba cuenta luego cuando iban entrando a la veterinaria.

—Vamos Yoonie, bebé. Hoy vamos a dar un paseo bonito.— Mentira, hoy le tocaba chequeo de rutina a nuestro querido gatito.

El pequeño apareció para luego pararse en sus patas traseras y clavar sus garras en el pantalón de Hoseok.

—¡Oy!.— Chilló Hoseok al sentir las uñas de su bebé en su pierna. —Me lástimas.

Tomó al gatito en brazos y dejó besos por toda la carita de Yoonie.

Luego de eso metió al gatito en su bolso para ir a la veterinaria, iban a ir caminando pues no quedaba tan lejos de la casa de Hoseok.

—Daremos un lindo paseo.

—¡Meow!.

Yoonie miro todo el camino y oh. No iban a dar un paseo al parque como habia pensando. Había sido engañado nuevamente.

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—Yoonie, bebé perdóname. Era necesario ese chequeo.— Un Hoseok preocupado perseguía a su gato por toda su casa.

Yoonie se había ofendido con Hoseok, quizá tarde unos días en perdonarlo. Encima le dieron una golosina horrible.

—¡Meow, meow, meow!.

—¡No me contestes así Yoonie!.— El gato simplemente le gruñó para luego darle la espalda.

Serán unos días agotadores, en los que Yoonie estará del mal humor todo el rato.