4.- En los parques: El ángel terrible de la destrucción despierta y masacra sin piedad.
Una semana después, disfruta en el asiento de un parque, la visión cotidiana de las personas, los niños, las mascotas, las plantas, los árboles, las nubes, el lago, los cisnes, los insectos y toda la creación en los alrededores; y la no creación, en los edificios, los puentes, las esculturas, juegos infantiles, quioscos... Llama su atención un sujeto en una camioneta blanca de electricista. Tercera vez en el día que lo ve por ese lugar en actitud de sondeo, pues mira con insistencia hacia los columpios donde hay varias niñitas en edad de preescolar.
Castiel aparece a su lado sin espantar al tipo por el momento, hasta que volteó. Fueron unos segundos donde el ángel penetró en la mente ajena. Segundos, donde el sujeto salió disparado como alma que lleva el diablo, y quizás así era, porque el ángel con ojos empequeñecidos no dejó de mirarlo hasta cuando el tipo dio la vuelta en una calle en su camioneta. En ese instante, pegó un aleteo y apareció dentro del vehículo, en el asiento del copiloto.
—Castiel, ven aquí.
Castiel siguió con su vista al frente. El camino hizo un zigzag, acompañado del grito de terror del conductor. Siguió escuchando el grito, cuando tomó el manubrio del hombre horrorizado e hizo un solo movimiento, un viraje rápido, seco. La camioneta impactó, violentamente contra un poste y el sujeto murió aplastado hecho añicos.
—Cas, necesitamos tu ayuda.
El ángel apareció en una casa solitaria. Entró por una muralla falsa y llegó a un lugar lúgubre donde la muerte se cernía en sus peores pesadillas. Había unas fotos horribles de niñitas y niñitos masacrados, las tomó y las llevó a la camioneta chocada.
—Cas...
Vio cómo la policía encontró las fotos y atando cabos, junto a las posesiones de la camioneta, entre ellas, sogas y otros instrumentos de sumisión, dieron una alerta. Así llegaron hasta la casa solitaria donde hicieron el descubrimiento macabro.
Ese día Castiel no fue con la voz, sino al siguiente, cuando no lo necesitaban. Apareció y desapareció ante los ojos de los cazadores, en un aleteo con estela confusa.
En los próximos días, Castiel trabajó sin descanso desmantelando la red de pedofilia. No mataba humanos, era en contra de sus creencias, pero estos no eran humanos, eran monstruos, por lo tanto, podía matarlos sin piedad. También se encontró con unos demonios por el camino, a los cuales los torturó y masacró sin compasión, hasta terminar con todo.
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Las Actividades Extracurriculares de Castiel
FanfictionPequeños capítulos sobre las actividades de nuestro ángel cuando no lo vemos.