ꜱᴛᴇᴘꜱ ᴛᴏ ꜰᴏʟʟᴏᴡ | bangchan

五

Agradecía tanto estar sentado, de otro modo estuviera de culo en el suelo. ¿Cómo se podía quemar con la mirada?¿Era el mismísimo lucifer?¿Ares? Dios destructivo que me causo estragos, me destruyó. Él podía tomarme cuando lo quisiera.

Baboso. Vulgar. Vulgar era lo que quería hacer con él, ¿Cómo se podía estar tan bueno?

---Mama te está buscando ---habló ronco, su cabello desordenado lo hacía aún más sexy, rasco su cabeza y acomodó un poco su cabello cuando mí mirada ya era inminente y obvia, su remera blanca se levantó un poco dejando a la vista una perfecta V en su pelvis, una línea casi transparente de vello desde su ombligo hasta el elástico de su palaso deportivo negro. Mierda, chico, no ayudas mucho.---

---Ya vamos ---asintió Eunbi y se levantó.---

---Solo a ti ---se cruzó de brazos y note como los músculos de los mismos se tensaban, hizo su cabeza un poco hacía arriba, altanero, soberbio, perfecto.---

---No dejaré a Bang solo, tu vas a a espantarlo. ---"más que espantarme, encantarme" pensé.--

---Prometo portarme bien ---"Oh no, auxilio." ¿Soy el único que ha visto películas que cuando dicen eso los personajes; hacen todo lo contrario a portarse bien? --- Además ---siguió y agrego una retorcida sonrisa que me heló los huesos.--- no me lo has presentado.

---Hyunjin, él es Bangchan, un amigo. Bangchan, él es mí hermano,ya te sabes el nombre ---dijo con notorio interés, y fíjese el sarcasmo que salió de la habitación arrastrando los pies como si lo que se esperara allí abajo fuera la peor de sus torturas.---

---Asi que, Bangchan ---me llamo el cántico de los ángeles.---¿Quieres llevártela a la cama? ---No precisamente a ella, pero, me sorprendió cual frío y directo fue, es como... Él.---

---¿Qué?¡No!... No, no, no, no, no.. yo no.. para nada Eunbi.. ella es mí amiga, además...

---¿Además que?¿Me dirás que no es tu tipo y esa porquería? Si te trajo aquí es por qué le interesas ---sus ojos encontraron los míos y desee tener algo que abrazar, algo en lo que refugiarme, me equivoque, no es cómo él, es peor, y eso.. me asusta en grandes cantidades.--- Si se de ti por qué la has lastimado, haré que seas aún más miserable. ---Tragué duro y el siguió tan tranquilo apoyado en el marco de la puerta, con sus brazos cruzados, sus ojos hinchados y brillantes.---

¿Que hacía? A dónde miraba ahora sí el acababa de quitarme la fuerza, la palabra y la saliva de la boca, Félix nunca me había hecho sentir tan vulnerable solo con unas palabras. Hyunjin desbordaba en frialdad, y seriedad, demasiado para alguien tan joven. Cada palabra suya la había sentido como un ladrillo en la espalda, había deshecho toda mí fuerza de voluntad y valentía, esa que su hermana me decía que tenía y admiraba.

---¿Y?

---Yo

---¿Tú?

---Yo

---¿Es lo único que sabes decir? ---se acercó a grandes pasos hacia mí y si me parecía frío mirándolo allí, tenerlo aún más cerca era aún más peligroso para mí sistema, necesitaba alejarlo, su perfume llegaba a mí naríz y yo era tan poco tolerable a eso, verlo aún más dormido cerca mío, notaba sus ojos rojos, marcadas ojeras y hallé solución a su ataque.---

---Estas drogado ---hable en fingido tono firme. Sus ojos se abrieron un poco más, su boca se abrió y se cerró varias veces, note sus labios resecos, grandes, su aroma comenzó a distinguirse de entre tequila y su aliento era fuerte.--- fumaste

---Bien hecho... Colombo ---Sonrió de lado y se inclinó un poco hacía mí.---

---Tu hermana, va a malinterpretar... ---hablé, y luego de ver una sonrisa burlona me sentí estúpido.---

---¿Que va a malinterpretar? Estamos conversando

---Me estás atacando... Invadiendo mí espacio. ---Eunbi, por favor vuelve, él está usando todas sus tácticas no soportare que se acerque aún más, no con esa pinta de tipo adicto al sexo.

---Okey... Cuidado Bang ---Sonrió macabro. Otro escalofrío. Salió de la habitación y se escuchó al otro lado del pasillo un fuerte portazo.---

Suspiré aliviado, mí alma volvió a mí cuerpo y abrí la ventana para renovar el aire. Fuerte comienzo.

Hwang Hyunjin era el modelo perfecto del estereotipo "cierra la boca, yo mando aquí". Y aún que ser masoquista no era lo mío, mientras hablaba podía sentir como mí cuerpo pedía atención inmediata. ¿Amor a primera vista? No, ¿Tensión sexual a primera vista? Sí, totalmente.

---Bang, debo hacer unas cosas con mí madre ---habló Eunbi frente a mí, ¿En qué momento llegó?.--- Lo siento, no quiero sonar estúpida...

---Tranquila, me iré si lo necesitas, creo que también debo hacer cosas, preparar informes y fotografías para la editorial, no te quitaré más tiempo ---me incorpore rápidamente y ambos salimos de su habitación y caminamos por el pasillo hasta la entrada, allí me despedí y mire la hora en mí móvil mientras su puerta se cerraba a mis espaldas.---

7:08 p.m

Se había hecho tarde, el sol ya no estaba arriba, las luces de la vereda se encendían y con eso las luces de las casas también, la hermosa claridad era opacada por la intrigante oscuridad. Saliendo del porche de la casa de Eunbi una luz del segundo piso se enciende y la miro. Una prominente figura femenina se trasluce por las cortinas y luego de ella la de un hombre. La habitación de Hyunjin.

Su remera es quitada por encima de su cabeza y luego ya no se ve a nadie cerca de la ventana. Sin notarlo sigo parado... 7:12 p.m.

Cuando decido quitar la vista para irme algo vuelve a notarse. La luz se apaga, la chica es pegada a la ventana y sus movimientos denotan desbordante placer. Mí garganta se seca, mis manos sudan y me es imposible moverme. La cortina se abre y su rostro aparece, mirándome en la intrigante oscuridad, en la ceguera del sexo, en la frialdad de su mirada. Me quema, se lleva mí suspiró.

Entiendo cómo quiere dejarme en claro que aquel exquisito sexo que le está dando a la rubia nunca va a ser mío.

Acto de egoísmo, masoquismo propio, le sonrió y recuerdo como Félix hacía lo mismo conmigo, como yo tenía el papel de la rubia bajo sus manos y como Félix era ese soberbio de Hwang.

Mis pies se movieron cuando el volteó a la rubia y la beso. Logró lo que quería, que lo viera tener sexo con alguien más, que lo deseara sin siquiera conocerlo, que cuando llegara a mí casa esa noche me emborracharía con tequila y me masturbaría recordando los exquisitos momentos que viví bajo las garras del depredador de mí ex.

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Bien hecho, Colombo ---le da un chirlo en la nuca a Hwang.---

-Nin