ꜱᴛᴇᴘꜱ ᴛᴏ ꜰᴏʟʟᴏᴡ | bangchan

十二

Cuando conocí a Hyunjin me pareció ver en el un alto nivel de egolatría, pensé que podía padecer del síndrome de hubris(*), pero solo confirme que la primera impresión me la dió cuando estaba drogado.

A uno le dicen que no puede juzgar sin conocer y yo si juzgue a Hwang por llenarme los pulmones con su aliento a marihuana, mí mamá me enseñó que la gente que se drogaba era gente mala. Gente que despreciaba la vida y se castigaba el cuerpo con esas cosas del diablo.

Hipócrita de su parte; pero ya no podía ir con gente de su pensamiento y cambiarlo, mucho menos por un deseo propio de aceptación, quería que me quisieran, que me respetaran; pero todo es caro en la vida y a mí las cosas no me salen como quisiera.

Esa noche en el bar, vi a Hyunjin ser otro, quizá con sus amigos era diferente por qué simplemente era su ambiente, su círculo ideal de sociedad; su manera de expresarse corporalmente, reír, mirar, hablar eh incluso una acción estúpida como lo es beber.

Habia leído en "How to Read a Person Like a Book"  que las piernas cruzadas señalan que la persona está cerrada mental, emocional y físicamente. Hyunjin demostraba todo aquello, señales de autoritarismo, posesión, poder.

Cosas que psicológicamente quizá lo tachaban de enfermo pero en el tabú del masoquismo había algo que lo atraía hacia mí; quería leerlo como un libro, saber que significaban esos tatuajes, la razón por la que se droga, la intención de su mirada.

Lo que pasó unos días después de esa noche en el bar me dejó pensativo y en gran plan de saber más; curiosidad, intriga, desesperación. Pero antes de llegar a eso debía solucionar problemas que comenzaba a dejar de lado inconscientemente.

Miércoles 16:35 p.m

Repiqueteaba los dedos en la carpeta de papel de cartón en mis manos, rascaba la tela del jean que traía puesto, miraba a la secretaria atender llamados, dos personas más se encontraban sentadas a mí lado, miraba el reloj en mí muñeca y lo demás; movimiento.

La secretaria me hizo pasar y cuando entre a la oficina del abogado Keo este me estrecho la mano suponía que no tenía ni idea que era un periodista, si no, no me hubiera dejado entrar tan fácil a su mundo, con detenimiento estudié todo en su aspecto.

Meticulosamente frío. Todo un corrupto.

---Buenas tardes ---comenzó dejando su pluma en el escritorio y dando su mirada de lleno a estudiarme y frente a él respondí:

---Buenas tardes también, soy Bang Cristopher Chan. Tengo una cita programada. ---momento serio.---

---Oh, si si, mí secretaria me lo recordó hace un rato, ¿Puedo ayudarle en algo en específico?

---Puede ---abrí la carpeta que traía y le mostré el expediente del señor Ho.---: ¿Recuerda ese caso? ---dije que viera el papel y con sumo cuidado encendí la grabadora en mí celular; suspendí la pantalla y lo metí a mí bolsillo.--- El señor Ho fue condenado a veinte años de prisión preventiva sin privilegio de prisión domiciliaria, si la mente no me falla el caso consta de tres años de antigüedad

---Para serte sincero muchacho, los casos con más de dos años pasan a ser olvidados en mí cabeza, ¿Están resueltos? Listo; los olvido ---note una pizca de nerviosismo en su mirada, pero no me dejaría ver esa parte suya, aún era muy temprano.---

---Iré al grano, señor Keo. ---me apoye en la silla y lo mire mientras jugaba con mí lapicera.--- Estoy metido en este caso por una sola razón, un informante me habló sobre el abogado Lee. Usted sabe, cosas de ricos, uno quiere tener más dinero que el otro, se odian, se funden y sus nombres dejan de ser nombrados por los medios ---sonreí sincero.--- Y yo solo quiero ganar mí dinero y alimentar a mis mascotas. ---deje de sonreír y lo mire espectante a su reacción.--- Lee recibe dinero de incógnito, dinero sucio que va en contra de los juramentos que hacen ustedes antes de recibir el título y tirar el birrete al aire

---Señor Chan, no puedo responder acerca de ese caso, eso ya es intromisión en lo privado entre mí cliente

---Solo si su cliente está haciendo algo malo y usted lo avala, deja de ser intromisión la mía doctor.

---Si quiere preguntar y sacar conclusiones de aquello, hágalo con mí cliente, a mí me pagaron por llevar a ese criminal a la cárcel y lo hice

---Con el apoyo de Lee, por qué si él hubiera querido ganar ese juicio lo ganaba, pero algo cambió, ¿No? Algo allí dió vuelta el veredicto y el señor Ho se va a comer veinte allí dentro

---¿Sabe lo que hizo el señor Ho?

---Lo se, pero estoy en contra de los chantajes ---refuté haciendo un último esfuerzo por sacar una jugosa respuesta.---

---Hubo mucho dinero en juego señor Ho, pagarle a Lee para que lo vendiera no fue mí idea y soy correcto, rechacé eso; pero tengo una familia ---sonreí al darme cuenta que no se había negado.---

---Todos tenemos familias doctor Keo ---sonreí.--- ¿Cuánto dinero le dieron a Lee?

---Lo siento, no puedo responderle aquello

Suspiré rendido y me levanté, tomé la carpeta junto con el expediente y salí de aquella oficina con menos información de la que deseaba; sin embargo no iba a esperar de brazos cruzados a que la información me cayera del cielo, lo próximo que haría sería ir con la madre de la esposa del señor Ho y tomar cuánta palabra pudiera, y si eso no bastaba tendría que ir al club donde Lee sabía ir a pasar el rato.

Lo que más me temía era que la paternidad le haya cambiado el hábito, pero era tan sucio y retorcido y conocía a la perfección su carácter, era seguro que seguía yendo.

Recuerdan que dije que Hyunjin y sus acciones me habían dejado fuera de eje?

Imaginen mí cara cuando lo vi en aquel bar, bailando mientras bebía de algo que relucía con la luz azul y parpadeante del lugar.

Hyunjin estaba ahí.

Estaba bailando.

Estaba a unos pocos metros de Félix.

Estaba viéndome.

Mierda, mierda, mierda, y más mierda.

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Hyunjin que haces ahí?

(*)El Síndrome de Hubris es un trastorno que se caracteriza por generar un ego desmedido, un enfoque personal exagerado, aparición de excentricidades y deprecio hacia las opiniones de los demás.

-Nin