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---Pasa, Eunbi está en su cuarto... Gracias por venir ---habla alegre la madre de mí amiga, lleva un atuendo relajado de casa, muy lindo y veraniego, maquillaje natural y el cabello suelto. Que mujer tan versátil, nada que ver con la mujer poderosa que ví hace poco más de cinco días.--- No debiste molestarte a Seongkyu le alegra compartir buenos momentos con gente nueva ---dice al ver el regalo en mí manos.---

---Si me invitaron no debía venir con las manos vacías ---le di el regalo que había comprado y pase, la casa estaba como la recordaba, solo la mesa faltaba pero suponía que estaba en patio, de dónde venían los ruidos y el buen olor.--- ¿Arriba?

---Pasa tranquilo, está es tu casa ---dictó eso, desapareció de la sala por las puertas traseras de vidrio que daban a un pintoresco jardín---

Subí las escaleras hasta el pasillo y me dirigí a la habitación de Eunbi, recordaba bien cuál era y aún así fui a paso lento para ver las fotos de otro tanto de cuadros que habían aquí arriba, Hyunjin, Eunbi y un hombre en un muelle, pescando.

Seguí caminando hasta dar con la puerta de Eunbi, di tres toques y oí su respuesta; abrí la puerta y entonces lo ví, desde una puerta ladina salió dándome la espalda, una toalla lo tapaba desde la cintura hasta las rodillas, tenía una espalda fornida, un tatuaje de un dragón que iba desde su omóplato hasta el costado de su cuello; eso definitivamente no lo vi el lunes cuando atacó mí pobre sistema. Siguio caminando hasta entrar a lo que creo es su habitación y entre por fin

---¿Viste a un fantasma? ---fue lo primero que oí de Eunbi.--- Ya pasa

---Hola, ¿No?

---Si, hola ---rió y se acercó peligrosamente a mí; ¿Que tenían los Hwang con acercarse a la gente de esa manera?.--- ¿Por qué te quedaste ahí parado un siglo?

---Por nada, pensaba una buena entrada pero me cagaste

---Sabes que eso se lo puedes hacer creer a un niño de cinco años, ¿Cierto?

Reí.--- ¡De verdad!

---Bajemos ya ---Sonrió.

Ambos salimos de su habitación y bajamos, antes de eso pasamos por la cocina y robamos unos bocaditos y latas de gaseosa, salimos al patio y allí abundaba el buen ambiente; ¿Como podía desagradable esto?

Había una mesa larga a un costado del patio, toda abundaba de deliciosa comida, del otro lado había una parrilla enorme que estaba llena de carne y verduras asadas, habían pequeños grupos de personas que conversaban y reían con bebidas en sus manos. Hacía tanto no vivía esto.

Eunbi me jalo con ella hasta un grupo de chicas y chicos que aparentaban su edad, me presento como su amigo y me los presentó como sus primos por parte de su madre.

---¿Ustedes de seguro no son novios? ---pregunte una de sus tantas primas, ya había olvidado su nombre; creo que era Mina o Yina.---

Negué rotundamente mientras Eunbi reía.--- Bang y yo nos conocemos hace poco

---Entonces... ---otra prima se acercó a mí y Eunbi la miro, tanto así que se alejó y río con incomodidad.---

De repente me sentía uno, en esa familia, había olvidado lo que era socializar, ser parte de un grupo, reírse en conjunto. Lo había olvidado, olvidaba lo bien que se sentía. La charla era fluida, iban en temas diversos que abarcaban chismes de las escuelas a las que asistían hasta los planes sobre lo que harían en la próxima reunión familiar en navidad.

Todas las palabras son opacadas cuando él sale por esas puertas, se ve diferente, alguien decente; o el mismísimo diablo. Lleva pantalones de jean negro, una camisa del mismo color con los primeros botones sueltos y unos tenis blancos, cabello ligeramente húmedo y la esencia de moja bragas; Hwang Hyunjin.

Me ve y nota que me lo estoy comiendo con la mirada, su sonrisa altanera no tarda en llegar a mis ojos, y entonces camina, pero no en mí dirección, va con el que creo es su grupo de amigos y rápidamente las risas desde ese lugar no tardan en llegar.

Va a ser una larga tarde.

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---Y entonces le dije, quisieras ser como yo zorra ---habló una de las primas de Eunbi, todos ya estábamos al lado de la mesa pues estábamos disfrutando de los últimos bocadillos de la tarde, el sol había caído y la madre de Eunbi había encendido unas luces de navidad que decoraban el lugar y le daba el toque de celebración acompañado de música de ambiente.---

---Eunbi, iré al baño, con permiso ---murmure en el oído de mí amiga y procedí a entrar a la casa, subí las escaleras y me dirigí al baño, si no mal recuerdo la puerta marrón es el baño, del cual salió Hyunjin más temprano.---

Sin problema entre y le puse seguro. Mierda, ya me hurgía venir. Con necesidad de volver abajo para no dejar a Eunbi en el mar de chismes de sus primas sola, acabé de orinar y me lave las manos, me mire un poco en el espejo y arreglé mí cabello mojandolo apenas.

Salí del baño apagando la luz y llega a mis oídos esa melodía, no precisamente de música, melodía de placer, de acto; y aunque mí cabeza dice que salga de ahí rápido, mis pies se mueven hasta esa habitación, esa puerta entreabierta me invita a abrí por completo, hallarle resolución a mi intriga.

Me acerco y lo oscuro me inhibe, trato de ajustar la vista y no me sorprende ver a el mayor de los Hwang sentado en una silla de escritorio con una morocha en su regaso saltando desenfrenadamente. Los tatuajes en los brazos de la chica me deja claro que es una de las primas políticas de Eunbi.

Con razón hacía rato no te veía.

Este chico no tenía límites, mientras mí cabeza asomaba de su cuarto emanaba el olor a cigarro y a alcohol; perfecta mezcla para el sexo. La chica sostenía su cabello en alto, la mano de Hwang apretaba su cintura y la otra sostenía un cigarrillo encendido. Que sexy. Que bizarro.

El parece verme y su sonrisa retorcida se hace presente entre nosotros, podría correr y fingir que no había visto nada pero la indiferencia que el me transmite me deja ver que hasta podria estar invitándome a ese acto sexual.

La saliva me es escasa en la garganta y cuando la chica gime con fuerza es cuando mí momento ahí ha terminado. Dejo la puerta cómo estaba y bajo de dos en dos las escaleras.

No tendrías que haber visto eso. Ese chico tiene un imán para atraer te cuando está teniendo sexo.

Rápidamente llego hasta donde está Eunbi y está me da una mirada confundida.--- ¿Por qué tardaste tanto en el baño? Ya hasta pensé que te había tragado la cloaca ---reía. Amiga, lo que me tragué fue peor, bella escena.---

---Solo necesitaba ir al baño ---trate de sonar relajado.

---¿Estas bien? Estás agitado ---Entonces quitándome la paciencia respondí.---

---Estoy perfectamente bien... ---me doy la vuelta para buscar un vaso con algún refresco y devolverle la suavidad a mí garganta pero él está ahí; con sus amigos, ¿Cómo hizo para llegar así de rápido?¿Es flash?, Viéndome con su sonrisa retorcida, levantando el vaso en mí dirección y brindando involuntariamente conmigo.---

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¿Es flash?

-Nin

ꜱᴛᴇᴘꜱ ᴛᴏ ꜰᴏʟʟᴏᴡ | bangchanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora