𝐒𝐞𝐧̃𝐨𝐫 𝐊𝐢𝐦 | 𝐕𝐊𝐨𝐨𝐤

IV

Nota: antes de seguir con la historia quería aclarar algunas cosas. Jungkook es un chico con orientación sexual hacia los hombres, es decir, homosexual. No ha salido con ninguna chica nunca, al contrario que Taehyung, que ha salido con varias chicas y ningún chico. Kim sabía que Jungkook lo era desde que lo conoció en la entrevista de trabajo, pero nunca imaginó que eso le haría dudar de su heterosexualidad.

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- No está mal - Taehyung se alejó de la mesa y dirigió a Jungkook una mirada de sorpresa-. No hay una sola falta de ortografía. ¿No te dije que podías hacerlo?

- Son las ocho menos cuarto - Jungkook se sentía atornillado a la silla y temía que un movimiento brusco desencajase su cuerpo-. He tenido mucho tiempo para corregir todos los errores.

- Esa actitud no te beneficia. Estás mejorando. No te hundas, aprendes
muy deprisa.

Habían trabajado hasta pasadas las siete y media los últimos cuatro días. Sólo habían interrumpido su jornada para sus visitas diarias a Jin. Los días tranquilos en los que paseaba con Seokjin y repasaban las memorias parecían un recuerdo distante.

-¿Hemos terminado por hoy? -preguntó, la vista fija en el espléndido paisaje primaveral que se veía por la ventana.

- No estarás cansado, ¿verdad? -preguntó fijando su mirada en él eliminando cualquier posible queja-. Ya te dije que se trata de un asunto muy importante y vamos con un poco de retraso por culpa de mi viaje a Londres de ayer. Quizás en mi próximo viaje a la ciudad deberías acompañarme. De ese modo, tomarías notas directamente en la reunión y no tendría que transcribírtelas después.

-¡No! Nada de eso -Jungkook lo miró alarmado-. No soy tu secretario...

- Trabajas para mí en el despacho y ejecutas todas las tareas propias de
un secretario...

- Actúo como tu secretario - Jungkook apoyó un pie en el suelo y comprobó que no sufría calambres-. Es algo temporal. No puedo acompañarte a esas reuniones de Londres y no lo haré.

Taehyung asistió divertido al cambio en la actitud de Jungkook. La timidez había dejado paso a la cabezonería. Levantó las manos en señal de rendición y sonrió con malicia.

-¡Alto! Tan sólo era una idea...

- Una pésima idea -recalcó Jungkook.

Su cabeza se llenó de imágenes de pesadilla. Una reunión al más alto
nivel mientras él explotaba sus pésimas habilidades y tomaba notas, presa del pánico. Se estremeció horrorizado ante esa idea. Quizás hubiera superado su miedo en presencia de Taehyung, pero no era estúpido. Seguía siendo un hombre aterrador. Había oído un buen número de conversaciones telefónicas y lo sabía. Cada vez que escuchaba ese tono frío y duro, sólo daba gracias al cielo de que no le hablara a él de esa manera.

- Eso mismo dijiste dos semanas atrás ante la idea de trabajar conmigo. Y también lo pensaste cuando te encargué la reforma de la piscina -sus ojos negros descansaron sobre Jungkook, pero tenía los labios curvados en una sonrisa-. En todo caso, ya está bien por hoy. Creo que podemos dejarlo.

Se levantó, se peinó los cabellos y se acercó a la ventana.

- Puedo terminar estas últimas cartas, si quieres -señaló con cierta
culpabilidad, consciente de que Taehyung se había visto obligado a detenerse porque Jungkook estaba agotado, hambriento y tenía los ojos irritados.

-¡No! Soy un jefe muy compresivo y justo.

Jungkook lo miró con recelo y Taehyung le devolvió una mirada burlona.