La nueva Luna

18

En cuanto comienza a expulsar fuego por la boca, creo una gran barrera de hielo para protegerles. No dura demasiado, pero sí lo suficiente como para que no les pase nada a ellos. Para mi sorpresa, lanza un aliento helador que casi me da de lleno.

-Ali, ¿Estás bien?- pregunta Liam a lo lejos.

-Sí, estoy perfectamente-

-Hielo y fuego, eso no es normal en un dragón y menos en uno oscuro-

-Creo que estamos dando muchas cosas hechas-

-¿Qué quieres decir?-

-Hemos dado por hecho que es oscuro, pero está cubierto de barro, es difícil saber con exactitud cómo es-

-¿Qué otras posibilidades hay?-

-A estas alturas nada me sorprende. Necesito saber de qué color es, sino no podremos con él-

-Sea lo que sea que quieras hacer, hazlo antes de que me aplaste- grita mientras se acerca a él para llamar su atención. Me apresuro en ir hacia él por el otro lado y creo un gran chorro de agua que le quita parte de la suciedad. Saco a Liam de allí con unas raíces de árboles y le dejo inmóvil contra uno de ellos. Hago lo mismo con Lina y Josh.

-Alison, no hagas ninguna tontería- me gritan.

-Confiad en mi, si peleamos solo empeoraremos las cosas- el dragón me escupe tanto fuego como hielo y consigo contraatacar. Intento con todas mis fuerzas quitarle toda la suciedad de encima para que los demás puedan saber lo que pasa.

-Es imposible- susurra Jaldabaoth.

-¿No lo veis todavía?, es un dragón blanco, por eso tiene esos poderes- es el dragón de los dioses, un dragón del cielo o también llamado "ángel dragón". Le han dado distintos nombres a lo largo de la historia, pero todos le describen de la misma manera. Son bondadosos, nunca atacan a nadie. Ni siquiera debería estar aquí.

-Puede nacer un dragón blanco de unos dragones oscuros. Es muy inusual, pero sucede- confirma Jaldabaoth.

-Seguramente lo encontraron cuando era más pequeño y le atraparon unos cazadores. No es peligroso...sólo tiene miedo-

-Pues dile que no intente matarnos- dice Lina con ironía.

-Pues no es una mala idea-

-Era una broma Ali-

-Aunque no sé cómo comunicarme con él. Tiene que ver con los dioses, tengo que poder hablarle de alguna forma- en el libro no hay mucha información sobre ellos, no ponía nada sobre cómo hablar con ellos.

Por alguna razón me viene a la mente lo que me dijo Jaldabaoth sobre mi aura. También recordé algo que me dijo la Diosa Luna una vez. Me dijo que todo mi poder se encontraba en constante movimiento por mi cuerpo,  pero que podía ser capaz de concentrarlo en un mismo punto durante un tiempo.

Me concentré en mi poder y pensé en él como si fuera mi aura. Sentí un gran chute de energía. Volví a pasar todo ese poder a mis manos y con un ágil movimiento, apunté hacia su cuello creando un gran rayo de luz que hizo que la cadena que le rodeaba el cuello se partiera en miles de pedazos. Con las fuerzas que me quedaban, liberé las partes de su cuerpo que estaban atrapadas de cuando le enterraron.

-¡Ya está!, ¡Ya eres libre!, deja que nos vayamos- agotada, caí de rodillas contra el suelo. Nunca antes había gastado toda mi energía. De pronto, algo dentro de mí comenzó a emerger, una gran luz blanca. Esa sensación es la misma que sentí la noche que me convertí en la Diosa Luna de corazón. 

Me elevé en el aire y sentí un gran dolor en la espalda, es insoportable. Cuando la luz desapareció, pude ver que me salieron unas enormes alas blancas. Finalmente, descendí.