No confiar en nadie

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Nicolás

Entre como tromba a mi habitación y le di un golpe al espejo del tocador, haciéndolo pedazos.

¡Maldición! 一 grité, mientras destrozaba todo a mí alrededor y lanzaba cosas por el aire—.Esto no debería haber sido así

Caí al suelo de rodillas y empecé a sollozar. En todos mis años de servicio siempre me esforcé por ser un elemento ejemplar, y cumplir mis órdenes al pie de la letra. Esta misión debía ser pan comido.

Mientras me lamentaba, aun arrodillado sobre el piso, vino a mi memoria el día que me asignaron esta operación.

Tres meses atrás

Había tenido que dejar a medias, mi entrenamiento de tiro, pues había sido convocado de emergencia a las instalaciones de la agencia. En el camino a la sala de reuniones me topé con Yuri, quien vestía pulcramente.

ーHey. A ti también te llamaron. ¿Crees que trabajemos juntos?ー Me pregunto con su particular acento, el cual, me irritaba bastante.

«No es culpa suya que hayas tenido malos ratos con algunos rusos», me dije, mientras caminábamos hacia la sala.

No lo sé Yuri —Me obligué a responderle—, pero me informaron que este caso es una prioridad. Entramos a la sala y tomamos asiento. Alrededor de la alargada mesa ya se encontraban sentados otros agentes, todos con documentos en sus manos, susurrando entre ellos. De pie frente a ellos Samantha Andrews, esperaba impasible a que todos se ubicaran en sus puestos y guardaran silencio.

La mujer guapa de veintiocho años, metro setenta de altura, rostro redondo, ojos color café, y cabellera negra que le caía suelta sobre sus hombros, vestía una chaqueta negra, una blusa blanca y una falda tubular que le llegaba hasta las rodillas. Un atuendo típico de secretaria. Algo poco habitual en su carácter y a lo que aún no me acostumbraba. Pese a aura de: "No me jodas", representaba la fantasía de la mayoría de los hombres. Y si no hubiese sido gay, también hubiese intentado llevármela a la cama. Yo le tenía mucha estima. La conocía desde hace bastante tiempo: habíamos ido a la misma secundaría, y la consideraba una de las mejores agentes que hubiera conocido. Por lo mismo, me entristecía el saber que, por causa de su última misión, en la que por conflictos amorosos varios de sus compañeros perdieran la vida, hubiese sido relegada a encargarse del papeleo.

Samantha carraspeó, obligando a todos a guardar silencio y prestarle atención.

ーCaballeros, lamento que hayan sido sacados de sus labores, pero recibimos información muy importante y nuestros superiores están listos para poner en movimiento esta operación. Nos informaron que un cuerpo fue encontrado en las afueras de la ciudad con signos de tortura en las muñecas, pies y varias costillas rotas.

—¿Disculpe agente Andrews, pero esto tiene algo que ver con la red de trata de blancas? Según informantes, los traficantes se encontraban en Miami, ¿no? —pregunté después de leer el informe. Todas las miradas se fijaron en mí.

«En sus cabezas uniendo las piezas poco a poco, vaya que lentos»

.—Parece que hizo su tarea agente Weston —dijo, mientras dejaba los papeles que sostenía sobre la mesa—. Inteligencia piensa que algunos miembros, entre ellos el líder, están en la ciudad en busca de nuevas víctimas. -

-La víctima encontrada, de nombre Alex Magnar, desapareció hace un mes en un viaje escolar. Al tener solo 17 años se activó de inmediato la alerta Amber, sin resultados, hasta ahora. El forense informó que la causa de la muerte fue un traumatismo en el cráneo —Samantha caminaba de un lado a otro, y y repasaba sus manos por su cabellera negra, como si se sintiera agotada—. Nuestra misión será la de infiltrar a alguien para que tenga contacto con el vendedor. Si logramos atrapar a uno solo, es cuestión de tiempo para que caigan los demás. El agente seleccionado se hará pasar por un un millonario con demasiado tiempo libre y gustos raros. Se ocultara toda relación con la agencia, y se le proporcionará una residencia provisional. A cada agente se les informará por separado su labor en esta misión, para evitar fugas de información. Pueden retirarse —concluyó, dedicándome una mirada significativa.

Todos los demás agentes se retiraron. Yo permaneci en mi lugar, y noté que Yuri hacía lo mismo. Al parecer no había sido el único al que Samantha pedía que se quedara.

—Hay algo que nos quieras decir? —pregunté mientras me acercaba a ella. Sus ojos café con el borde negro siempre me fascinaron, ella no se intimidaba con esto fuimos a la secundaria juntos y nos conocíamos muy bien. Suspirando me empujo y miró a Yuri, quien estaba con el ceño fruncido

—claro, contaba con que me preguntaras. No por algo eres el mejor en el campo, junto con Yuri. Pónganse cómodos caballeros. Esto tardará un rato.

Lo que harán es simple Nicolás. Yuri hará el papel de tu chofer, guardaespaldas y mano derecha. Tú solo serás un adulto con dinero y demasiado tiempo libre en busca de un chico para divertirte —explicó mientras se aclaraba la garganta.

¿Cómo me pondré en contacto con esa persona que me... —pregunté, mientras con mis dedos hacían el signo de unas comillas— venderá a el chico. No creo que lo pueda encontrar en la sección amarilla — finalicé esbozando una sonrisa burlona. Yuri me miró con desaprobación.

—Tienes razón, Nicolás. No sabemos cómo, pero inteligencia consiguió un numero de celular, que esperemos nos contacte con el proveedor. Llamarás cuando te lo indiquemos, para así, poder rastrear la llamada Al finalizar, Samantha depositó un pequeño pedazo de papel hacia mi mano. Luego miró directo a Yuri, quien se retorcía en su silla

Tu perfil silencioso nos ayudará. Serás los ojos, oídos y voz de Nicolás y estarás al pendiente de que nuestro caballo no se desboque. Ahora, su residencia será una casa de campo a las afueras de la ciudad, por si se lo están preguntando, la casa fue allanada en un caso de tráfico de drogas, el cual no se dio a conocer.

Disculpe —interrumpió Yuri, con un profundo rojo en sus mejillas—, que quiere decir con que seré sus ojos y todo lo demás. .Lo que quiero decir —aclaró, Samantha, a un confundido Yuri—, es que tú nos darás informes sobre la conducta de Nicolás. No queremos que ninguno de ustedes se involucre emocionalmente con el caso, eso es todo., Ahora, como les expliqué anteriormente, sus nombres serán los mismos, pero se borrara cualquier conexión de ustedes con la agencia. Así mismo, crearemos nuevos perfiles, dado que lo más seguro es que los investiguen. Dicho todo, largo de mi vista. En el expediente está la dirección de la casa. Solo Yuri está autorizado para usar un arma. -.

Me dirigí a la salida, con Yuri siguiéndome los talones. Justo cuando iba a tomar el pomo de la puerta, Samantha nos detuvo para darnos una advertencia:

—No confíen en nadie caballeros.

Salimos del edificio para dirigirnos, ambos, a nuestros respectivos vehículos. Me sentí desconcertado con la advertencia de Samantha e imagino que Yuri debió sentirse de la misma manera, pues se veía bastante pensativo cuando se despidió. Pero no era momento de pensar en ello, debía de ir a mi casa, preparar todo lo necesario para luego encaminarme a la que sería mi residencia los próximos meses.


Cautivo?© -en corrección-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora