Montoya x Garcia

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Narra Montoya

Otro día más en la puta comisaría aguantando a agentes, ciudadanos, a un mono y un perro, joder, a las 23:00 p.m tenemos una reunión con los Gambino, parecían bobos pero de verdad que nos van a hacer ricos, y pensar que la primera vez que los vi los iba a sacar de una buena, joder como pasa el tiempo.

Estoy sentado en mi escritorio cuando entra Garcia, interrumpiendo mis pensamientos. Me entrega unos papeles, parece algo molesto. Cojo los papeles.

- ¿Que te ocurre Garcia?- pregunto sin siquiera mirarle

- Estoy hasta los cojones de Salinas, puto drogadicto, les dije a estos idotas que dejaran de darle piru- que dejaran de darle chuches y no me han hecho ni puto caso, cada puto día me encuentro a Salinas diciéndome gordo, o se cree que es batman, joder Montoya eso no es profesional y la van a cagar

- Ven acércate- Garcia rodea la mesa y queda frente a Montoya que está sentado en su silla- Relajate, Salinas si es un puto drogadicto, ¿y qué? Nos va o no nos va a hacer ricos Garcia, piénsalo, mientras más se enganche a la droga más la va a defender y va a querer que todo salga de perlas

- No me parece la manera correcta sinceramente

Montoya se levanta de su asiento y se dirige a un sofá de su oficina, se sienta y recuesta la cabeza.

-Sinceramente Garcia, estoy muy cansado como para discutir, estoy harto de que cada que me llamen esté Magmud taseando a alguien o le piden su número de placa, o me preguntan por el agente R ¿por qué es un mono? Yo que coño sé joder pero trabaja bien- suspira- traeme los papeles Garcia

Garcia se acerca a la mesa y coge los papeles y unos bolígrafos, se dirige al sofá donde ésta Montoya y descuidadamente tropieza con la mesa que hay justo al frente cayendo encima de Montoya dejándolos cara a cara separados por unos simples centímetros, ambos se quedaron paralizados, sentían la respiración del otro, se sentían los corazones de ambos palpitar a la vez muy rápido, Montoya mira los labios de Garcia y Garcia mira los de Montoya, en el silencio de aquel despacho ambos se acercaron y se besaron suavemente, un beso sin prisa, calmado, un beso que para sorpresa de ambos disfrutaron, Garcia terminó por sentarse encima de Montoya y tirando los papeles a un lado, el beso se tornó rápido sus lenguas jugueteaban divertidas por aquella rara experiencia, se separaron por falta de oxigeno dejando colgar un hilo de baba que uniría ambas bocas. Ambos se miraron estaban rojos de vergüenza.

- Mon-montoya, e-esto está m-mal- tartamudeo Garcia avergonzado

Montoya observó a su compañero lleno de lujuria, observaba los labios del contrario como si tuviese hambre.

- ¿Porque esta mal? ¿No te gusta?- observaba Montoya a Garcia quien permanecía sentado arriba de él

- No digo que no me guste pero... no es el momento ni el lugar, además somos compañeros de trabajo y-

Montoya cortó rápidamente las palabras de Garcia con un beso, un beso que parecía que hizo cambiar de opinión a Garcia, un beso que lo lleno de placer y calidez, ambos comenzaron a sentir la erección del otro, dejando al descubierto sus rostros carmesí por aquella situación, Montoya puso su manos en las caderas de Garcia, y Garcia agarraba suavemente la cara del mayor mientras lo besaba con necesidad, Montoya terminó por llevar su mano a la erección de su compañero quien por aquel tacto se estremeció emitiendo un pequeño suspiro ahogado.

Montoya agarró a su compañero y lo sentó quedando él de pie.

La imagen que veía Montoya hacía que su erección quisiera explotar, Garcia rojo y jadeando, terminó por abalanzarse a él y quitarle los pantalones más suave que brusco, el contrario simplemente se dejaba pues el tacto de Montoya hacía que se estremeciera, quería sentir que era estar con su compañero, era igual para el mayor.

Dejando a Garcia sin pantalones y boxers decidió optar por sentarse y sentar encima de él al contrario dejando ver plenamente su erección cerca de él, siguieron besándose ahora con más necesidad que antes, ahora era un beso necesitado, un beso lleno de lujuria un beso deseado, un beso pasional, Montoya decidió tocar el miembro de su contrario para empezar a acariciarlo provocando en Garcia pequeños gemidos bajos entre besos, empezó a tocar y frotar su erección con la mano mientras besaba al hombre que tenía encima que gemía de placer por aquel contacto que llevaba rato esperando, tras unos minutos Garcia se corrió en la camisa de Montoya, avergonzado no quiso mirar a su compañero y escondió su rostro en el cuello de este.

-Agarrate fuerte- dijo Montoya suave haciendo que el otro aceptara la orden sin rechistar

Montoya se levantó cargando a Garcia mientras que el otro se aferraba a el, Montoya se quitaba el pantalón y el boxer haciendo que su erección rozará la entrada de Garcia, se sentó nuevamente.

- ¿Montoya estas seguro de esto...?- decía Garcia inseguro- Confía en mi -esas palabras de alguna manera tranquilizaron a Garcia que harían que dejara de estar tenso.

Montoya metió sus dedos en el boca de Garcia y este los lamió para acto seguido meterlos en la entrada de este mismo, gimió, un sonido que hizo que Montoya se excitara más, finalmente y después de preparar a Garcia, Montoya metió su erección suavemente dentro de su compañero para no hacerle daño, se movía suavemente para acostumbrarlo a su tamaño, después de unos segundos más, Garcia comenzó a mover su cadera frenéticamente.

-Ha-hazlo Montoya- decía el menor entre pequeños gemidos ahogados

Montoya acató la orden y comenzó a embestir más rápido mientras que Garcia retiraba su cabeza hacia atrás por el placer producido haciendo también mover sus caderas y dar saltos encima de su compañero, se unieron en un beso lleno de placer, la sala estaba inundada de calor, sonidos de besos, de gemidos, jadeos, el sonido que ambos hombres provocaban con cada embestida, dejaron de besarse para mirarse mientras seguían uniéndose frenéticamente, Garcia tocó el pecho de Montoya, le quitó la camiseta que aún llevaba puesta y comenzó a lamer y chupar sus pezones, haciendo que este soltara gemidos roncos, las embestidas se volvieron violentas y rápidas para finalizar con un gemido unísono y ambos corriendose.

Garcia se sentó junto a su compañero, ambos jadeaban pesadamente, se miraron y sonrieron, Montoya tomó la mano de su amigo y así quedaron hasta que decidieron irse a casa para ducharse e ir a trabajar de nuevo.

One shot / Marbella Vice + SpainRPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora