Tonway

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Desde que conoció a Toni, Conway siempre supo que no se trataba de Gustabo, el problema es que no lo quería reconocer, saber que, has perdido a tu hijo y que nunca sabrás dónde está duele mucho.

Conway siempre observaba a Toni con detenimiento, y cuanto más lo hacía más cuenta se daba de la realidad, y de que estaba viviendo una mentira, pero al fin y al cabo ya le había cogido cariño a ese italiano con cierto parecido a su hijo.

Hasta que sucedió el día de la confesión, el día que Conway se enfrentaría a la realidad, Toni le contó la verdad y Conway por muy duro que fuera por fuera por dentro siempre fue un padre dispuesto a luchar por su familia.

Lloró, lloró con rabia porque en el fondo lo sabía, que Gus ya no estaba, se lo olía pues no era tonto, pero no podía evitar sentir ese dolor, recordar como trató a su hijo en vida y que lo quisiera más en muerte, quieras o no hace doler el corazón de un padre.

Conway le pidió a Toni que no se alejara, desde entonces, tienen una relación algo extraña, no se tratan como padre e hijo, tampoco como amigos, pero hay cierto cariño extraño.

Desde hacía unos días Toni empezaba a ver a Conway de otra manera, no sabía bien el por qué, le parecía un hombre maduro, atractivo, le gustaba su seriedad y sus malas bromas, al principio pensó que al seguir el papel de su hijo su relación se basaría en esa misma, una relación fraternal.

Pero cuando veía a Conway bromear con otros hombres, o hacer un ligero alzamiento en las comisuras de sus labios simulando una sonrisa hacia otra persona que no fuera él, le hacía sentirse raro.

Así que, para no quedarse con la duda de lo que le ocurría decidió hablarlo con el involucrado.

Fue a la comisaría y tocó la puerta del despacho de Conway, este alzó la mirada bajo esas gafas negro opaco.

- ¿Puedo entrar?

- Como Gordon te vea aquí te mata, pasa anda

- ¿Sabe de mis negocios?

- Te estuvo investigando, sabe todo, te arriesgas al estar aquí

- No me importa, necesito hablar de algo contigo

- ¿Con tanta urgencia?

- Sí, por favor

Conway soltó los papeles sobre la mesa, se levantó de su silla, y se apoyó sobre la mesa frente a Toni.

Toni lo observó de arriba a abajo, la figura de Conway se mantenía fuerte, corpulenta, era atractivo y además él lo sabía, puede que hubiera mucha gente que lo odiara, pero esas mismas personas, y las que lo admiraban harían cualquier cosa por pasar una noche con él.

- Bueno, ¿qué querías decirme?

- Eh... si, verás... - Toni no pudo evitar tartamudear

- Tranquilo, puedes decirlo, lo que sea venga

Toni suspiró, sabía que se iba a arrepentir y que iba a acabar mal pero aún así le puso huevos y lo hizo, se acercó a Conway, paso a paso su corazón latía, por miedo, por atracción, por nervios.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca acercó su rostro al de Conway y lo besó.

No duró mucho solo lo que la valentía de Toni le permitía.

Conway se quedó igual que antes, serio, no dijo una sola palabra, ni siquiera se movió lo que a Toni le dio un poco de miedo.

Conway caminó hasta la puerta de su despacho salió y dejó a Toni solo, con más dudas de las que tenía, con el corazón acelerado y con la incertidumbre de si la había cagado o no.

One shot / Marbella Vice + SpainRPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora