Parte 12 Día sábado: Lagrimas Mientras nadie nos ve

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Día sábado: Lagrimas

Amaneció Mia se alistaba para ir a la iglesia, pues era el aniversario de 5 años de fallecida de su madre. En su mente circulaban miles de cosas, pero sabía que había llegado el momento de decirle la verdad a Mandy.

Mia se miraba al espejo, podía ver en sus ojos una gran tristeza, sabía que este día iba tal vez a perder a la persona que amaba, así que suspirando término de arreglarse.

Luego de un momento Sebastián llega a casa de Mia, bajo de su auto y toco el timbre, Mia abre la puerta y lo deja entrar. –Estas lista Mia, exclamo Sebastián.

Si Sebastián estoy lista… ya podemos irnos… Sebastián se acercó a ella y la abrazó diciéndole: tranquila veras que todo esto pasara, vamos ya es hora.

Espera un momento Sebastián, tengo que ir por las cartas, iré a traerlas están en mi habitación… - ok Mia, supongo que son las cartas para Mandy… - Así es Sebastián, llego el momento de dárselas y sepa la verdad.

Mandy mientras tanto terminaba de prepararse para ir a la iglesia a la misa de la madre de Lia, termino de acomodarse, subió en su coche y se dirigió a la iglesia.

Al llegar a la iglesia Mandy ve a Lia y a Sebastián, se acerca a ellos y los saluda. – Buenos días les dice con una linda sonrisa.

Sebastián respondió su saludo, mientras Mia estaba en silencio. Sebastián miro a Mia y le dijo: bueno es hora de entrar, los tres entraron y escucharon la misa. Luego al terminar la misa, Mia les dice que debía ir al cementerio, pues quería dejarle flores a su mamá.

Sebastián dijo vamos, yo también quiero acompañarte. Mandy dijo: si me lo permites también deseo ir.

Mia acepto y se subió con Sebastián en su auto, mientras que Mandy los seguía a los dos en el suyo.

Al llegar al cementerio, Sebastián se baja a comprar flores en uno de los puestos que había ahí.

Mandy y Lia se adelantan, llegan donde estaba la mama de Lia enterrada, ambas rezaron un poco y luego se quedaron en silencio.

Luego de ese silencio, Mia le dice a Mandy: tengo que decirte algo, si por mí fuera no te lo diría, pero ya no puedo seguir ocultándolo. – ¿Qué pasa? Lia que quieres decirme.

Mandy yo no soy Lia… - De que estas hablando, tú eres Lia, pero entiendo que tuviste que cambiarte de nombre por el trabajo y Sebastián… y eso… - No Mandy yo no soy Lia, realmente me llamo Mia y Lia es mi hermana gemela.

En ese momento Mandy se quedó fría, no podía creer lo que estaba escuchando, la persona que creyó que era su mejor amiga no lo era.

Esto no puede ser, tú me estas mintiendo Lia y no sé porque lo haces… ¡dime porque rayos me estás haciendo esto! ¿Por qué me mientes Lia?... porque me dices que no eres tú…

Mandy perdóname, yo jamás quise mentirte, recuerdas aquella vez que te encontré en el tocador de la empresa y tú me dijiste que me mirabas así porque me parecía a tu mejor amiga, pues yo te iba a decir que tal vez habías conocido a mi hermana gemela. Pero en ese momento llego Elián y ya no pude decirte nada.

Y porque diablos, no me lo dijiste después y esperaste que me enamorara de alguien que pensé que era mi mejor amiga… porque lo hiciste.

Mandy te juro que yo te lo iba a decir, pero luego me llegaron las cartas… y yo solo decidí cumplir una promesa.

Por dios de que estás hablando, de que cartas hablas… si tú eres Mia entonces dime donde rayos esta Lia, porque nunca se acercó a mí, ¿por qué no me busco?

Mientras nadie nos veDonde viven las historias. Descúbrelo ahora