Mientras nadie nos ve

Ha pasado una semana y Mia va en busca de Sebastián, para hablar sobre la decisión que había tomado.

Buen día Sebastián dice Mia al entrar a su oficina… - Buen día Mia, ¿Cómo te sientes?... – pues que te puedo decir Sebastián, aun me afecta todo esto, es por ello que he tomado la decisión de marcharme de la empresa, una amiga en Londres me ha hecho una oferta de trabajo muy tentadora y aceptare, pues a la vez deseo alejarme de aquí.

Pero Mia que estás diciendo, no puedes irte, Mandy te necesita, la empresa te necesita y yo te necesito. No puedes dejarnos.

Sebastián hay cosas que a veces por más que intentemos no se pueden remediar, no sabes lo difícil que es para mí irme, porque amo a Mandy, pero ella está muy herida que tal vez nunca me perdone, además ella no se enamoró de mí, se enamoró de quien pensaba que era Lia. Ella siempre estuvo enamorada de Lia, solo que nunca se atrevió a enfrentar sus sentimientos y paso esto Lia mi amada hermana ya no está con nosotros y Mandy sufre por ella, por todo ese amor que sentía por ella y que ya no le puede demostrar.

Mandy siempre amara a Lia, y sé que ahora yo no significo nada para ella, solo fui quien ella quería que fuera.

Mia no digas eso, Mandy yo sé que en el fondo te ama, tal vez en este momento no se dé cuenta de sus sentimientos, porque es difícil para ella todo esto que ha pasado. Tal vez solo necesita tiempo para asimilar, para aclarar sus sentimientos por ti, quizás tiene miedo así como tú lo tienes. Solo dale la oportunidad de que se dé cuenta de lo significas para ella.

Sebastián de verdad te agradezco lo que me dices, pero ambas estamos heridas y creo que debemos darnos ese tiempo que tú dices, tal vez la distancia nos ayude a sanar, a quitarnos el dolor y solo quizás así poder comenzar de nuevo.

Muchas gracias querido amigo por todo el apoyo que me brindaste, has sido más que un amigo, eres mi hermano y siempre estaré cuando me necesites, pero ahora trata de entenderme que necesito alejarme. – Mia tú y Lia fueron como mi familia siempre me ayudaron cuando estaba pasando por duros momentos, siempre contaras conmigo y si soy como tú hermano mayor así que cuídate y no te olvides que cuando desees volver aquí tienes no solo un hermano, sino también un hogar.

Sebastián y Mia se dieron un fuerte abrazo, Mia no pudo evitar sentir nostalgia, tenerse que ir, pero sentía que era necesario para aclarar sus ideas y poder curar sus heridas.

Por otro lado Mandy, toma algunas cosas, toma las llaves de su auto y sale sin rumbo

Mientras Mandy iba conduciendo, iba recordando a Lia, los recuerdos iban y venían y a la vez pensaba en Mia con la que había pasado momentos muy especiales a su lado. Se sentía confundida, cambio de ruta y decidió ir al cementerio en donde se encontraba Lia.

Al llegar al cementerio, se acerca a la tumba de Lia se sienta sobre el césped.

Lia perdóname, por no encontrarte a tiempo, por dejar que me ganaran mis miedos y no decirte lo que sentía por ti. Ahora me siento tan triste, me haces tanta falta, aun no puedo aceptar la idea de que te hayas marchado y de que ya no poder verte, escucharte y reír como solíamos hacer.

Ya no estarás en mis mejores y malos momentos, ya no veré esa sonrisa, ni escuchare esas palabras diciéndome tranquila yo estoy aquí. Perdóname Lia, por no darme cuenta de tus sentimientos a tiempo, por dejarte ir así, no sabes cómo me arrepiento de no haber salido tras de ti aquel día que llegaste y me dijiste lo que sentías.

Fui una tonta, tuve miedo y ahora es muy tarde y yo no puedo aferrarme a Mia, porque me siento culpable, sé que ella se enamoró de mí, pero yo me enamore de ti o de quien creí que eras tú.

Me siento tan perdida, confundida no sé qué hacer, no puedo más Lia perdóname… yo no puedo…

Mandy lloro sin consuelo recostada en la tumba de Lia lamentándose de no haberla encontrado antes, y decirle lo mucho que la ama.