Carta 1 Mientras nadie nos ve

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Ha pasado un día desde la trágica noticia que recibió Mandy al enterarse de que Lia su mejor amiga había muerto en el mismo accidente que murió André su entonces esposo.

Mandy se encontraba muy triste, se encerró en su casa, no quería saber nada de Mia, pues no le perdonaba el haber tomado el lugar de su hermana gemela Lia. Mandy estaba destrozada no podía creer que todo este tiempo había estado enamorada de alguien que no era Lia, se sintió dolida traicionada, no le era fácil afrontar esta situación que había roto su corazón.

Sebastián quien estaba muy preocupado por Mandy, decide ir a verla a su casa y así poder hablar con ella de todo lo que había ocurrido, además Sebastián tenía en su poder las cartas que Lia le había escrito a Mandy antes de su muerte.

Sebastián preocupado sube a su auto y se dirige veloz a casa de Mandy. Al llegar a casa de Mandy, baja y se da cuenta que la puerta de Mandy está entre abierta, decide entrar, al hacerlo se da cuenta que Mandy estaba sentada en el piso con un álbum de fotos, en donde aparecían ella y Lia, Sebastián se acerca a ella abrazándola muy fuerte, pues estaba llorando desconsoladamente.

Mandy calma, entiendo por lo que estás pasando, sé que es muy doloroso todo esto, pero tienes que ser fuerte, tienes que aceptar la idea de que Lia ya no está y que hay personas que también están sufriendo con todo esto.

Tal vez te suene algo egoísta pedírtelo, pero si al menos llegaste amar un poco a Mia debes decírselo, tal vez ustedes dos puedan perdonarse y ser felices juntas. Ella al igual que tu está sufriendo con todo esto.

Mandy: Sebastián por favor no digas más, no me siento bien y en este momento no puedo pensar con claridad solo quiero estar sola. Perdona si te pido que me dejes sola por favor, vete Sebastián solo quiero estar sola por ahora.

Está bien Mandy me iré, pero quiero dejarte esto… son las cartas de Lia para ti, Mia me las entrego para que te las traiga, espero termines de resolver todas tus preguntas, bueno me retiro, sabes que cuentas conmigo si me necesitas solo llámame.

Sebastián se retira de la casa de Mandy, cierra la puerta y se va en su auto.

Mandy aún con lágrimas en sus ojos mira las cartas entre sus manos y decide leerlas…

Carta 1 :  Querida Hermana Mia...

Estoy sentada, sola como siempre en la parte de atrás del campus universitario, preguntándome que hacía en otro país lejos de mi hermana, mi padre y sin mi madre, la persona que más amo y amare aunque ya no esté a mi lado, porque Dios decidió llevarla a su lado y dejo que fuera mi ángel. Pero Dios no puedo perdonar a mi padre, el no hizo nada por ayudar a mamá en sus momentos más difíciles; así que si estoy lejos de él y de mi amada hermana es porque no le perdono el haberse ido y volver cuando ya era tarde.

Aquí estoy en la universidad, viviendo en una ciudad donde no tengo amigos, solo a mi dulce Tía Estela, quien se parece mucho a mamá, en ella vuelvo a ver la imagen de mi madre y siento que no se ha ido.

Dios necesito una señal de que estoy en el camino correcto, dame fuerza para continuar lejos de mi amada hermana, la cual aunque es tan parecida a mí, es más decidida, más fuerte y siempre logra lo que se propone, “ te extraño Mia”

Estoy escribiendo aquí sentada observando a los chicos, mirando pasar a los típicos populares, los que siempre están llamando la atención, los despreocupados y los que siempre están haciendo bromas.

Pero esperen allí está “ella” no sé cuál es su nombre, pero es diferente y muy bonita, ojala un día la pueda conocer, mientras tanto la observo, tiene esa linda sonrisa y ese brillo en su cabello al caer el sol en su cabeza, realmente se ve como un ángel con ese brillo que la rodea.

Pero bueno, es hora de buscar mi salón de clase, es mi primer día como la nueva o como dicen la recién llegada y no quiero llegar tarde.

Santo cielo me he sentado atrás, el profesor se ve algo chistoso con la corbata tan apretada, parece que se ahogara al intentar hablar. Todos a mi alrededor hacen el típico desorden, el ruido del lápiz de mi compañero que está a mi costado me causa inquietud, pues puedo observar de reojo que está haciendo un dibujo, al menos no soy la única que no presta atención.

Miro la ventana veo los arboles mecerse con el viento, las hojas caen, y siento la brisa fresca entrando por la ventana acariciando mi piel.

Parece que será un día diferente a los que acostumbro. Pero no lo puede creer acaba de entrar al salón la chica que estaba mirando hace un momento afuera. Es increíble estudiara aquí en este salón, la misma clase, ahora si prestare atención.

El profesor me está mirando creo que ya se dio cuenta que estoy escribiendo, bueno hermana creo que terminare de escribirte esta carta en un momento, no quiero que me llame la atención el profesor.

Al fin un descanso, termino mi primera clase hermana, ahora estoy sentada bajo la sombra de un árbol, compre algo en el cafetín, quería endulzarme, si adivinas sabrás que compre querida hermana… así es acertaste, es un chupetín J .

Me encanta la brisa dl viento, puedo cerrar mis ojos y sentirme libre, espero también puedas sentirlo como yo. Dios ahí viene esa chica, me pone nerviosa te escribo luego Mia.

Hermana fue increíble, aquella chica que te menciono, se acercó a mí, fue algo extraño, llego con una enorme sonrisa me miró fijamente y yo me vi tan boba comiendo chupetín. Pero lo primero que me dijo fue: “que lindos labios rojos tienes” ya te debes de imaginar mi cara de tonta que puse.

Ahora ya se su nombre, se llama “Mandy” y creo que será mi primera amiga. Ya te contare hermana más de mí y de cómo estoy, espero también me envíes una carta y me aconsejes. Te extraño Mia, quisiera que estés aquí hermana, pero ambas sabemos que por ahora es mejor encontrar nuestro camino y madurar un poco. Te quiero mucho cuídate.

Mandy al terminar de leer esta carta, no pudo dejar de sentir nostalgia al recordar como conocio a Lia aquel día en la universidad...

Mientras nadie nos veDonde viven las historias. Descúbrelo ahora