Toque de Queda 02

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Punto de Vista de Ron

Me siento tan nervioso que no sé cómo he podido llegar hasta la mesa para tomar el desayuno. Harry no se ha dado cuenta de nada, Hermione no se preocupa demasiado, hace tiempo que me han visto así y piensan que es por los exámenes que al final de este año tendremos que tomar. Tengo que caminar lento por lo que pasó anoche, pero no me importa, fue la mejor noche de mi vida. Siempre pensé que me tratarías como menos que escoria, tantos años despreciándome públicamente que ya no tenía esperanzas de nada, pero anoche... fuiste muy paciente. Eso me sorprendió tanto que todavía sigo pensando que fue un sueño.

Y ahora que entro al Gran Comedor no me atrevo a levantar los ojos del suelo porque no quiero saber si ahora me desprecias más. Me siento a la mesa y tomo un plato para servirme algo de desayuno. Hoy no tengo tanta hambre como de costumbre, si Ma se enterara seguramente me llevaría una buena reprimenda, en casa el desayuno es importante porque el trabajo físico lo requiere. El lema de Pa es que mientras menos dependamos de la magia mejor podremos defendernos si llegamos a perder nuestras varitas.

No puedo evitar sonrojarme profundamente al sentirme incómodo en la silla y casi me atraganto con el panecillo que me he echado a la boca. Me siento estúpido y cuando logro tragar vuelvo y me echo otro pedazo, pero esta vez lo mastico hasta que se me hace agua en la boca. Qué asco, pero igual trago, creo que será mejor que coma otra cosa o no coma nada. Después de jugar con la comida y de hacerme el interesado en las conversaciones de los demás me atrevo a echar un leve vistazo hacia la mesa donde sé que debes estar sentado.

Busco tu cabello rubio entre los demás y por entre el pelo que me cae en la frente por tener la cabeza aún baja puedo ver un pedacito de ti. Demonios sangrientos, cualquiera diría que sabes que te estoy mirando justo ahora porque te has volteado lentamente hacia mí. Quiero mirar mi plato de nuevo, pero no puedo, estás serio y tienes la cuchara en la mano. ¿Cómo puedes estar comiendo postre tan temprano en la mañana? Natilla de fresas, lo sé porque aquí también tenemos un plato para echarle por encima al bizcocho de almendras. Pero tú te la estás comiendo sola. Hundes la cuchara en la copa de natilla y sin dejar de mirarme te la llevas a la boca y pasas tu lengua por toda la cuchara hasta dejarla limpia. Siento el calor de la vergüenza asfixiarme y me lanzas un beso y una guiñada. Bajo la vista de inmediato, pero no puedo dejar de escuchar tu risa cristalina. Tan bastardo como siempre. Lo malo es que no sé si te estás burlando o estás coqueteando conmigo. De igual forma me abochorna tu actitud más cuando aún puedo sentir esa misma lengua recorriéndome los labios... y otras partes.

Dejo caer la cabeza sobre la mesa a ver si con el golpe puedo detener mi tonta imaginación, pero sólo logro atraer la atención de Hermione. —Tengo dolor de cabeza —respondo enrojeciéndome más por el doble significado. Cuando este día termine creo que me habré convertido en la antorcha viviente.

Por suerte lo que queda del día pasa con los inconvenientes de todos los días, Snape quitándonos puntos, McGonagall devolviéndolos. Harry atrayendo problemas, Hermione repartiendo tarea. Para cuando el día termina estoy tanto o más nervioso que en la mañana. No dijiste nada de que volveríamos a vernos, tampoco me dijiste si podía volver a buscarte. Yo quisiera verte, aunque fuera unos instantes y calmar los nervios un poco ya que no creo poder someterme tan pronto a tu forma de... ¿amar? No creo que me ames, sé que sólo aprovechaste lo conveniente del momento y que no estaba pensando con claridad cuando me descubriste.

Era más vergüenza que otra cosa, miedo, terror. Porque me habías descubierto... porque ahora sabes lo que siento por ti.

Me escurro hacia el baño de prefectos, al más desolado de todos, a estas horas nadie viene aquí, de hecho, ni siquiera de día vienen aquí. Es el que tiene el cuadro de la sirena donde Harry vino a descubrir el secreto de aquel huevo dorado. Me siento con las piernas cruzadas en el borde de la pequeña piscina y observo el agua para tranquilizarme. Es mi versión del lago, pero no tengo que ir hasta allá a estas horas para conseguir el mismo efecto que este lugar tiene sobre mí.

Toque de Queda (Draco / Ron)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora