𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 11 《3/3》

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El sol no llegó en la mañana, solo nubes grises cubrían el cielo, aquello podía notarse en la poca luz que llegaba al camarote. Jimin y Yoongi aún estaban ahí dormidos, demostrando que las emociones pueden dejarte agotado.

En alguna parte del barco vibró el celular de Yoongi, incluso el móvil del alfa sonó. Intentaban ser localizados por sus parejas. Sin efecto alguno por supuesto. El omega bostezo, estirando un poco su cuerpo.

Sonrió aliviado cuando divisó a cierto alfa menor junto a él. Besó su mejilla y se acurruco en el pecho, riendo al ser aprisionado entre los brazos de Jimin.

―buenos días precioso. ―saludo el alfa besando su frente.

―Buenas, Jiminnie, ¿Dormiste bien? ―preguntó de una forma muy tierna, agregando pucheros al final de cada oración, su voz algo profunda le otorgaba un encanto especial, ya que se volvía muy infantil.

―Me matarás de ternura, ―rio  apretando sus mejillas. ―Pero si, dormí muy bien ¿y tú?

―También, ―respondió el omega quitando las manos del otro sobre su rostro. ―Llevamos dos noches durmiendo juntos, ya se nos hará costumbre.

Sus mejillas tomaron un leve color carmín.

―Cierto, ¿Qué haré cuando no pueda abrazarte? ―Jimin hizo un adorable puchero.

―No se, tal vez no sea por mucho tiempo. ―habló sorprendiendo al alfa.

―¿Cómo así? ―lo observó arqueando una ceja.

―Quería esperar más para hablar de esto pero, le pediré un tiempo a Taehyung cuando regrese, luego me mentalizare para pedir el divorcio. ―murmuró.

La verdad, para ser honestos Yoongi tenia miedo de que sus planes se estropeen. Es bien sabido que los omegas no pueden acceder al divorcio exprés, no como los alfas que pueden pagar por él y librarse de una pareja no deseada. En cambio, los omegas necesitaban el consentimiento del alfa, de lo contrario si el omega quería divorciarse y el alfa no, no había respaldo legal para el omega.

Eso era algo que le preocupaba mucho, ¿Qué tan si Taehyung no lo aceptaba y le obligaba a seguir casado? Buscó refugió en los brazos de Jimin mientras pensaba en eso. El alfa acaricio su espalda con suavidad.

―Ojalá que todo salga bien, por mi parte, firmare en cuanto Jungkook me tire los papeles en la cara. ―se río por su propio comentario.

Yoongi río con él. Acariciando su rostro. Embelesado con la bella y masculina imagen, ayer no lo había notado, el alfa se puso ropa más cómoda que se ajustaba su cuerpo, dándole una figura musculosa, su rostro no era para menos. Tenia rastros delicados pero masculinos y marcados. Se imaginó a Jimin con un tono castaño, que acentuará el color apenas bronceado de su piel. Le parecía encantador.

―¿En que estás pensando? ―sonrió mirando a Min.

―El cabello castaño se te vería muy sexy. ―contesto recibiendo cosquillas por parte del contrario.

―¿Así? ―alzó una ceja, el omega sintió sonriendo. ―Lo haré, si te tiñes el cabello de negro.

―¿Negro? ―Yoongi frunció el entrecejo confundido.

―Si, el color negro hará que tu piel se vea más hermosa de lo que ya es.

Entonces Yoongi entendió, si quería ver a Jimin con un color diferente el también debería cambiar el suyo. Dicho así no sonaba tan mal, un cambio de look siempre venía bien en un momento de tristeza donde necesitaba distracción.

―Que así sea, cambiaremos nuestro color de cabello, luego iremos a cenar a un restaurante de brochetas de cordero para estrenar los nuevos looks. ―sonrió complacido por su idea.

―Lo que tu quieras bonito.

Jimin lo haría con tal de ver al omega feliz. Le gustaba la idea de hacer algo por y para él.

La pareja procedió a desayunar con un poco de café, preparando sus mentes para afrontar la vida diaria otra vez. Volver a sus rutinas y la peor parte, tomar sus teléfonos. No quedaba otra opción.

Tras acabar el desayuno y limpiar, Jimin sacó los teléfonos del escondite donde los tenía. Ambos revisaron cada móvil, inundado de llamadas y mensajes.

Yoongi se sintió mejor cuando vio los textos de SeokJin, ansioso por saber cómo le fue, pero, su rostro cambió a uno de preocupación cuando leyó la sucesión de mensajes más abajo.

―¿Qué pasó? ―preguntó Jimin desconcertado.

―Jin hyung y Hobi pasaron la noche en el hospital con Namjoon, parece que su pierna no mejoró, dicen que ahora está con un yeso y no le dejarán moverse de ahí hasta el hueso realmente empiece a soldarase. ―hablo entre pucheros.

―Ya veo, si quieres puedo acompañarte  hasta allá. ―sugirió Jimin, no quería dejarlo solo.

―¿De verdad? No es necesario si estas ocupado, no me gustaría retrasarte.

Jimin abrazo su cintura, dándole confort.

―Tu eres mi nueva prioridad, la pastelería estará bien si faltó un día, mi hermano SungWoon se ocupará de todo. ―le guiño un ojo, acto seguido tomo el celular y le marcó a su hermano.

El beta atendió y captó las órdenes del alfa con rapidez. Jimin termino la llamada y miro a Yoongi.

―Listo, ahora podemos irnos.

Tomo su mano tal como cuando llegaron, en el camino de la playa recordaron que vinieron en autos diferentes. Por lo que decidieron usar solo el auto de Jimin, ya que Yoongi estaba algo cansado todavía.

Esta pequeña ayuda era algo grande para el pálido, se sentía bien tener alguien tan cerca, preocupándose por él.

Todo el trayecto hasta el hospital se hizo corto, SeokJin les brindó las indicaciones suficientes para poder llegar. Una vez allí entraron a la recepción y fue Yoongi quien preguntó por el paciente Kim. Con la información de la recepcionista se pararon frente al ascensor.

Apenas llegó la gran caja metálica subieron en ella, presionando el botón del piso siete. La subida fue bien hasta el piso tres, cuando el ascensor tambaleó y se detuvo de repente.

Jimin presionó los botones para abrir las puertas, e incluso el piso anterior al suyo, pero nada funcionó. Golpeó la puerta metálica con frustración.

El omega jalo su camiseta, llamando su completa atención.

―¿Qué pasa? ―cuestionó al darse cuenta que el omega se encontraba hiperventilandose, hecho un manojo de nervios.

―No me gustan los espacios cerrados. ―se dejó caer hacia atrás, tomando asiento en el suelo, abrumado.

―¡Yoongi! ―el rubio se acercó, moviendo su mano como un abanico para darle aire.

Acto siguiente masajeo el costado de su cuello, muy cerca de la vena donde podía sentir el pulso. Buscando calmar su taquicardia con los masajes.

Quien sabe cuánto tiempo pasarían ahí esperando a que alguien los asista...

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Tercer y última parte ¡llegamos al final!¿que les pareció esta maratón? Espero sus comentarios al respecto, gracias por estar aquí leyendo

𝐼𝑁𝐹𝐼𝐷𝐸𝐿𝐼𝐷𝐴𝐷 ; JimSu •omegaverse•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora