Capítulo 5

298 26 0
                                    

—¿¡Qué!?–grité desde el armario. Acababa de liarla, me salió solo ante la sorpresa.

—Rubén, ¿qué hay en el armario?–preguntó el subdirector con tono serio.

—No lo sé, nada que yo sepa.–dijo Rubén haciendose el tonto.

Tenía mucho miedo, estaba encogido dentro del armario cuando escuché pasos acercándose y acto seguido, el armario de abrió.

—¿¡Qué está pasando aquí!?–gritó el subdirector mirándonos a Rubén y a mí.

—Subdirector, yo...

—No Rubén, no me cubras, le voy a decir la verdad.–corté a Rubén antes de que seguiera hablando.

—Explícame Liam, porque no entiendo nada.–dijo cabreado el subdirector.

—Llevo mucho tiempo espiando a Rubén, y ya varias veces me ha pillado pero por pena nunca me castiga ni dice nada.–Rubén me miró con cara de estupefacción. Sé que la voy a liar mucho, pero no podía dejar que Rubén saliera perjudicado.

El subdirector se me quedó mirando sorprendido. Reinó un silencio bastante incómodo entre los tres, hasta que el subdirector se dignó a hablar.

—Sabe usted que esto es muy grave, ¿verdad?–dijo el subdirector.

—Supongo...–dije cabizbajo, Rubén no podía ni hablar por la tensión del momento.

—Acompáñeme, le voy a dar su expulsión.–dijo el hombre sacándome del armario de forma brusca.

—Señor, no tiene porqué expulsarle, a mí no me molesta.–saltó Rubén para defenderme.

—Esto es muy grave, literalmente es acoso, no voy a permitir que este mocoso esté acosando a uno a de los profesores.–contestó mientras salía por la puerta. Cruzé miradas con Rubén, bajé la vista y seguí al subdirector hasta su despacho, donde me dió un papel firmado por él donde ponía que estaba expulsado durante un mes.

Luego de esto, me acompañó a mi clase para recoger mis cosas y luego me acompañó hasta la salida del instituto.
Yo estaba muy estresado, iba a estar expulsado un maldito mes.
Me siento un gilipollas, casi arruino la vida de Rubén.

No debería hacerlo pero por el estrés y la ansiedad que tenía, compré una caja de tabaco y me fumé varios cigarros de camino a casa.
Rubén no me dejó copia de sus llaves, por lo que fui a mi casa y me quedaría allí hasta que Rubén llegase.

Él, mi profesor (parte 3) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora