☠•●CAP 3: LOS NIÑOS ●•☠

459 26 6
                                    

Cuatro días después te despiertas en el sofá de la casa de los Curtis. Darrel había insistido en que os quedárais en su habitación, pero Johnny y tú os negásteis, Darrel tenía un trabajo que requería descanso físico. Por lo que os quedásteis en el sofá.

-Buenos días T/N- dice Darrel saliendo de su cuarto.
-Buenos días Darry- dices adormilada. La verdad no habías dormido mucho, el sofá no era muy cómodo.
-Veo que Johnny todavía no se ha despertado-
-No, deja le que duerma-
-¿Quieres algo para desayunar?-
-No, gracias, desayuno en mi trabajo, no te preocupes-
-Bueno, yo me daría una ducha antes de que se me haga tarde-
-Si, tienes razón, me voy a la ducha- dices para coger algo de ropa de la bolsa y dirigirte al baño.

Al llegar al Coffee'Cake no querías creer lo que estabas viendo, Sylvia lleva el uniforme de la cafetería.

-T/N! Ya estás aquí- dice el señor Tomas cuando te ve.
-Hola señor Tomas- dices sin salir del asombro.
-Hola T/N- dice Sylvia acercando se a vosotros.
-¿Os conocéis?-
-Somos viejas amigas- dice Sylvia con una sonrísa. Tú solo sueltas una sonrísa sarcástica.
-Entonces te alegrará saber que Sylvia es tu nueva compañera-
-Mucho- dices seria, sin quitar la vista de Sylvia.
-Me alegro, entonces os dejo- se va.
-¿A qué coño juegas?- le preguntas furiosa mientras te acercas a ella.
-¿Qué? Necesito el trabajo- dice con una pequeña sonrisa.
-Ya- dices cortante. Ibas a marcharte, pero te corta el paso.
-He pensado que ahora que somos compañeras, podríamos dejar todo lo del pasado atrás y ser amigas- dice Sylvia sonríente.
-Y una mierda- dices para dirigirte a los baños de empleados, dónde os cambiábais. Detrás de ti entra Emmy, quien vio toda la escena desde la barra.
-T/N, te prometo que he intentado que no la contrate, le dije que no necesitábamos a nadie más, pero no me ha hecho caso-
-No te preocupes Emmy, no es culpa tuya- dices mientras te quitas la ropa. -No me puedo creer que tenga que trabajar con esa idiota-
-Oye, una curiosidad, ¿os lleváis así de mal desde que te enteraste de que le puso los cuernos a Dallas, o viene de antes?-
-Desde antes, cuando empezaron a salir. Ella nunca me gustó, y no porque yo estuviera enamorada de Dallas, que también, si no porque había algo en ella que me decía que no era de fiar, igual que Steve, los dos advertimos a Dallas y le dijimos a Sylvia que se alejara de él, pero como de costumbre, Dallas hace lo que le da la gana-
-Vaya-
-Todavía hay más, Sylvia notó que me gustaba Dallas, y me amenazó con contar se lo si volvía a hacer un mal comentario de ella-
-¿En serio?- asientes con la cabeza -Que zorra mala-
-Y que lo digas- cierras tu taquilla.

Ese día se te hizo un infierno, tenías a Sylvia prácticamente pegada en la espalda, hablando sobre Dallas, cosa que te cabreaba muchísimo, pero no podías hacer nada, no querías perder el trabajo. Sentías una gran ira dentro, no soportabas la idéa de estar tanto tiempo con ella.
Cuando por fin finaliza tu turno te cambias y te vas.

No querías volver a casa de los Curtis, querías dar un paseo, relajar te. Ibas caminando por un parque vacío, no te extraña, a esa hora y ese día la gente solía estar en el autocine. Mientras caminabas viste a unos niños corriendo asustados. Uno tenía el pelo rapado, el otro era rubio y el tercero tenía el pelo largo. Los reconocistes de inmediato, el del pelo rapado era Mark, el rubio era Tony y el del pelo largo era Tom. Tenían 10 años. Solías jugar con los niños del barrio de vez en cuando, incluso sus padres te pagaban a veces para que cuidaras de ellos.

-T/N!!- gritan Tom y Mark mientras los tres te abrazan.
-¿Qué os pasa?- preguntas correspondiendo al abrazo.
-Un chico mayor nos persigue.
-¿Un chico mayor?-
-Si, alto, de pelo castaño y ojos marrones- dice Tony.
-Parece un duende- dice Mark
-¿Un duende?- dices divertida.
-Si- cuando Tony dice eso ves a Dallas corriendo detrás.
-¿Asustando a los niños Dallas?- preguntas con una sonrísa mientras Dallas se acerca. Cuando los niños lo ven se van corriendo. -¿Por qué?- le preguntas
-Porque odio a los niños, no me gustan- contesta.
-¿Cómo puedes odiar a los niños?-
-Pues lo hago-
-Eso es absurdo-
-Lo que tú digas- Tú solo sueltas una risita incrédula. Dallas se acerca a ti, te coge del mentón y mira tu mejilla. -No hay rastro del ematoma y el corte está desapareciendo- te suelta.
-Si- dices casi en un suspiro. El tacto de Dallas era tan suave. Todas las chicas decían que Dallas era un poco brusco, pero contigo nunca lo era.
-¿Aún seguís en casa de Pony?-
-Si, todavía estamos allí-
-Te acompaño de vuelta si quieres-
-Gracias, pero no voy allí, solo estoy dando un paseo-
-Pues te acompaño- dice para empezar a caminar, tu solo sonríes y caminas a su lado.

Estuvisteís caminando un buen rato, hasta que llegásteis a la cafetería que visitasteís Dallas y tú cuando lo de tu padre. Todavía no habías comido, saliste tan enfadada del trabajo que se te había pasado. Entráis y os sentáis en la misma mesa que la otra vez, uno al lado del otro. Al entrar notaste como los camareros os miraron, incluso algunos clientes.

-Bienvenidos- dice la misma camarera que os atendió la aquel día. Con la misma cara asustada que tenía ese día.
-Hola- dice Dallas seco.
-Buenas- dices tú al unisono, desconcertada por la cara que tenía la mujer.
-¿Saben qué van a tomar?-
-Acabamos de llegar, ¿cómo vamos a saberlo?- dice Dallas mirando a la camarera.
-No seas borde Dallas- le dices mientras le das un golpe flojo en el pecho, a lo que este retira la mirada de la camarera y suelta una risita.
-Entonces dejo que miren la carta- se va.
-Oye T/N- dice Dallas mirando la carta.
-Di me- contesta haciendo lo mismo.
-¿Cómo van las cosas en el trabajo?-
-Bien, como siempre- No querías contar le lo de Sylvia a Dallas. Siempre supo que no os lleváis bien, no querías que se preocupara o algo así.
-¿Cómo vas con lo de ahorrar?-
-Ea difícil con la mierda que me pagan en el Coffee'Cake, y tampoco me pagan mucho de niñera-
-¿Cuándo volveréis a casa de vuestros padres?-
-No lo sé, pero no quiero hablar de eso-
-De acuerdo, hablemos de la comida, yo quiero una hamburguesa y una cerveza-
-Yo quiero una patatas fritas y alitas de pollo con un refresco-
-Pues decidido-  levantas la mano para llamar a la camarera, le decís lo que queréis y se marcha-
Miras por la ventana.
-¿Qué pasa?- pregunta Dallas.
-Es solo, - suspiras -menuda mierda de familia-
-¿Qué?-
-Cuando volvamos a casa será como si nunca nos hubieramos ido, como si nuestro padre nunca nos hubiera pegado-
-¿Y? ¿Te crees que a mi padre le importo?¿Crees que le importa si me he estrellado con el coche o si me han metido de nuevo en la cárcel? No le importa una mierda, y a mi me la suda- te dice cabreado, casi gritando. Dallas solo tenía a su padre, pero no era un hombre muy cariñoso que digamos.
-Vale, pero no me grites, sabes que odio que me griten- sueltas unas lágrimas.
Dallas suspira. 

Un rato después os traen la comida, empezáis a comer y a hablar, ya más tranquilos.

-¿De qué te ríes?- pregunta Dallas mirando cómo te estabas riendo de la nada.
-Es solo que, es verdad lo que me dijeron los niños,- Dallas te mira expectante -pareces un duende- finalizas riéndote.
-¿¡Qué?! Ahora si los mato- te mira. -Deja de reírte, no parezco un duende-
-En mi defensa diré que eres un duende muy guapo-
-Oh gracias- dice sarcástico mientras tú te ríes.

 EL FUCKBOY, DALLAS WINSTONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora