Capítulo 1: La encontramos

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Todo estaba tranquilo, parecía que todos dormían, pero yo era el único que no se había dormido, no podía, estaba pensando que no me quedaba mucho tiempo, estaba preocupado, así que decidí ir a la playa para pensar más claramente. 

Llegué a la playa, el aire era el único sonido que se escuchaba, las olas golpeaban contra la orilla de la playa, era un ambiente muy tranquilo. Escuché que las plantas se movían, sabía quien era.

-Puedes salir de ahí, Félix.- él salió de detrás de los arbustos. Él era mi mano derecha, su pelo era rubio, alto, siempre tenía una capucha y un bastón. Se acercó a mí.

-Lo siento, Pan.

-Sabes que tú puedes llamarme como quieres.

-Gracias.- nos sonreímos.

-¿Qué pasa?

-Creo que ya encontramos la cura a tu situación.- me sorprendí mucho, por fin habíamos logrado

-¿En dónde está? 

-Querrás decir están.- me sorprendí aún más.

-¿Cómo que "están"?

-No solo hay un creyente verdadero, hay dos.- di un paso atrás.

-Supongo que eso es bueno.- ambos asentimos- ¿Cómo se llaman?

-Henry y Elizabeth.

-¿Sabes sus apellidos?

-Mills y Hopper respectivamente.- el primer apellido me sonaba.

-Bien, cuando los niños perdidos despierten, empezaremos a hacer un plan.- Félix asintió con la cabeza y cuando casi se había marchado, me dijo: 

-Por cierto, Henry es el hijo de la Salvadora.- me impresioné.- Y también de Baelfire.-No lo podía creer, Henry era mi bisnieto.

-Es una gran sorpresa.

-Sí.-se fue de vuelta al campamento. Yo me quedé en la playa un rato para procesar lo que Félix me dijo y luego yo también volví al campamento.


Ideamos un plan: encontraríamos a dos personas para la tarea de ir por los creyentes a Historioburgo, con mi magia creé un espejo del tamaño ideal para caber en la mesa, le pedí que me mostrara a dos personas. El espejo se llenó de niebla por un momento, nos mostró a un hombre y a una mujer. 

El hombre estaba sentado, tenía ojos color verde, tenía una gorra, tenía un saco color azul rey, estaba en una especie de salón, pero era pequeño, había mesas redondas, estaba tomando algo, no pude distinguir qué era, escuché por ahí que ese lugar se llamaba "cafetería".

La mujer era de pelo largo y negro, piel morena, ojos marrones, llevaba un saco largo color beige, estaba comprando algo largo en una caja grande con un pequeño techo que tenía un cartel que decía "Hot dogs".

-Ellos.- dije- Ellos serán los encargados de traer a los creyentes.

Quisiera que fuéramos algoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora