Los niños perdidos bailaban, giraban y saltaban, como de costumbre. Yo estaba tocando mi flauta, levanté la vista y vi que Henry y Elizabeth estaban hablando. Aunque era un poco obvio, me preguntaba por qué no estaban bailando como los demás, así que fui a averiguarlo.
-¿Por qué no están bailando?- les pregunté mientras me sentaba con ellos.
-No somos como ellos.- dijo Henry.
-Bueno, tengo algo que les gustará.- tomé mi flauta y la empecé a tocar, pero parecía que no escuchaban.
-Lo siento, pero no podemos escuchar la flauta.- dijo Elizabeth.
-Oh, vaya.- hay me di cuenta de que si tenían amor en su vida.
-¿Por qué no podemos?- preguntó Henry.
-La flauta solo puede ser escuchada por personas que no se sienten amadas.- le contesté. Él y Elizabeth se miraron.- Y al parecer, ustedes si se sienten amados.
-Sí, tenemos a nuestras familias.- dijo Henry. Reí.
-Pues tengo que decirles que no vendrán a buscarlos.
-¡Claro que sí!- dijo Elizabeth.
-Tú no los conoces.- añadió Henry.
-Créanme que si los conozco.- podía sentir que se la estaban creyendo. Volví a tocar la flauta y esta vez, Henry y Elizabeth si la pudieron escuchar, porque cuando yo me levanté, ellos me siguieron y empezaron a bailar junto a los niños perdidos.
Entonces volteé a ver a Elizabeth, su cabello rojizo se movía mientras bailaba, su sonrisa era muy linda, se movía al ritmo de la música. Empecé a sentir algo que hace mucho no sentía, desde que mi esposa desapareció. Le tomé del brazo y la llevé a un lugar alejado.
-¿Qué quieres?- preguntó molesta.
-Tengo que decirte algo.- respondí cuando llegamos a un pequeño prado.
-¿Qué?
-Hace un tiempo, he estado sintiendo cosas.
-¿Qué cosas?
-Yo...- estaba muy nervioso- yo he estado sintiendo cosas por ti.
-¡¿Qué?!- exclamó y retrocedió un paso.
-Sí, sé que es difícil de creer.
-No, no, no, esto no puede...
-Oye, tranquila.- me le acerqué.
-No me digas que me tranquilice.- retrocedió otro paso.- ¿Sabes la gravedad del asunto?
-Sí, sí, pero, no puedo evitar sentir lo que siento.- me le acerqué tanto, que nuestras caras se quedaron a centímetros.
-Yo también siento algo por ti.- dijo con tristeza en la voz.
-¿Por qué suenas triste?
-No podremos ser nada, Peter.- "Quisiera que fuéramos algo", pensé.
-Me dijiste por mi nombre.- sonreí.
-Sí.- también sonrió.
-Yo solo quiero estar contigo.
-Y yo contigo.- nos acercamos más y nos besamos, pero solo duró unos segundos, porque Elizabeth se alejó.- No puedo hacer esto.
-¿Por qué?
-Tú nos...- hubo un silencio. Sabía a lo que se refería.
-Eso fue antes de conocerte...
-¡Ah, claro!- me interrumpió- Esa excusa no va a funcionar conmigo.
-Te estoy diciendo la verdad.
-Ahora quiero estar sola, Pan, voy a pensar.- y se fue, dejándome solo.
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Quisiera que fuéramos algo
FanficPeter Pan, para muchas personas un héroe, pero para pocas un villano, entre ellas Elizabeth Hooper, la hija de Archie Hooper, mejor conocido como Pepe Grillo. Él la llevó a Nunca Jamás junto a su mejor amigo Henry, y poco a poco, se fue enamorando d...