Broken |LS|

Capítulo 1

Respiró hondo mientras cerraba sus ojos, tratando de concentrarse en las barras que tenía frente a él.

Sostener. Extender, girar, concéntrate en el agarre.

Vuelta, dedos arriba, desmonte, firme.

Sus pies tocaron la colchoneta y él se enderezó estirando sus brazos, haciendo el saludo final.

Abrió sus ojos al escuchar los aplausos, sonrió viendo a su entrenadora.

—Excelente caída, Louis— la mujer le palmeó el hombro e hizo un movimiento circular con la mano —Vamos, de nuevo.

Resopló —Quiero ir a la viga— quiso avanzar pero su entrenadora lo frenó.

—Louis... a las barras, ahora.

—Quiero ir a la viga, llevo toda la semana con estas barras. Voy a odiarlas, Sara— ella levantó los hombros.

—Y vamos a seguir así hasta que sean las competencias, esta vez solo harán barras, confía en mí.

—Eso me dijiste la vez que me insististe en hacer viga y terminé haciendo caballete— levantó una ceja.

Sara colocó sus manos en su cintura —¿Y como salió? ¿Ganaste, o no?

—¡Sí, pero casi no había practicado caballete! ¡Podría haber salido muy mal!

—Pero no fue así— le sonrió —A las barras, ¡ahora!

—Te odio— Louis volvió a posicionarse frente a las barras.

Subió y comenzó a girar hasta dar una vuelta en el aire, volviendo a caer firmemente en la colchoneta.

—Vamos, de nuevo, una vez más y te dejo ir a la viga— rodó sus ojos volviendo a su lugar —¡Beth, te quiero en las barras!— gritó la mujer.

La mejor amiga del castaño se acercó y le sonrió. Louis le devolvió el gesto antes de repetir su rutina en las barras asimétricas, volviendo a tener una caída perfecta, según su entrenadora.

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—Beth, ¿vienes a casa hoy?

La chica lo miró e hizo una mueca —Lo siento.. papá quiere que descanse para la competencia de mañana y yo no quiero peleas, así que prefiero no ir.

Louis la miró apenado —¿Cómo van las cosas con él?

—Mal, quiere que gane si o si, ya no se que hacer para complacerlo.

—¿Y quién dice que lo tienes que complacer? Eres tú la que va a competir, no él. Si quiere una maldita medalla, la hubiera ganado en sus momentos de gimnasta— Beth le sonrió.

—Me gustaría sentirme mejor con tus palabras pero solo... puedo pensar en cómo me reclamará que él sí tiene medallas y yo no, en caso de que pierda.

—Tiene medallas de bronce y quiere que consigas de oro, ¿por qué no lo hizo él?— sintió unos brazos alrededor de su cintura y sonrió.

—¿Quién tiene que conseguir medallas de oro?— Lee le besó la mejilla haciéndolo sonrojar.

—Mi padre— Beth tomó su bolso y los miró con una sonrisa.

—¿Sigue siendo el mismo viejo estricto de siempre?— los tres soltaron una risa y la chica asintió.

—Sí... ya no hablemos de él, es suficiente con tenerlo en casa y aún tengo que aguantarlo mañana frente a todas esas personas.

—Les irá de maravilla— Lee los alentó —¿Sara les dijo?