Broken |LS|

¿Puedo ser tu esposo?

Extra de la propuesta de matrimonio de Harry hacia Louis.

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Louis escuchó un ruido, frunció el ceño entre sueños y abrió los ojos cuándo escuchó el llanto del bebé. Se levantó y caminó hasta la cuna para tomarlo en brazos con cuidado.

—Lou...— Harry lo buscó en la cama e hizo pucheros cuándo no lo encontró —Louiiiis.

—Cállate, estoy intentando que tu hijo se vuelva a dormir— frunció el ceño y acunó el pequeño cuerpecito contra su pecho mientras caminaba por la habitación con lentitud. Estaba todo oscuro y no quería caerse.

El rizado se removió un poco más en la cama y se sentó para no volver a dormir. Se puso de pie tomando la liga para el pelo, se hizo un rodete mientras caminaba hasta Louis.

—Iré a prepararle una mamadera— lo tomó de la cintura por atrás y le besó la mejilla, haciendo lo mismo con su otro bebé.

—Bueno— el castaño dejó su peso sobre el pecho de su novio y sonrió cuándo sus brazos lo rodearon —Estás calentito...

—¿Quieres que suba la calefacción?— pegó sus labios a la coronilla de Louis y sintió cómo negaba con la cabeza.

—No— susurró dando la vuelta entre sus brazos y enterrando su nariz en los bíceps desnudos de Harry —Quiero tu calor.

—Oh mi bebé pequeño— le acarició la espalda y estrechó a ambos con cuidado contra su cuerpo.

Su pequeña familia, ambos sonrieron con el pensamiento.

Leon hizo un sonido de molestia y le dio con su pequeño puño en el pecho a Harry, Louis rió.

—El bebé quiere su mamadera— se alejó y dejó que su pareja le besará la boca antes de salir de la habitación —¿Tienes que tener si o si tu comida de las cinco de la madrugada, no es así?— le acarició la mejilla con su dedo índice —Hay que cambiarte los horarios de comida.

Su bebé tomó su dedo entre sus manitas y apretó con fuerza haciéndolo sonreír.

—Estaba calentito contra el cuerpo de papá— reclamó.

Se siguió paseando por la habitación porque si se quedaba quieto en el lugar, su bebé lloraría y no le gustaba escuchar eso. Le hacía doler el pecho y le dejaba una fea sensación en el estómago, además que el pucherito que hacía lograba que sus ojos se aguaran.

Harry apareció veinte minutos después, con una sonrisa adormilada y con una mamadera llena de leche para el bebé. Leon dormía pero no dudó en prenderse de la tetina cuándo la sintió cerca de sus pequeños labios. Louis lo alimentó estando entre las piernas de Harry, en el medio de la cama. Porque quería sentir el calor de su pareja y porque el rizado quería tenerlos cerca.

—Despacio amor...— murmuró retirando la tetina de la boca del bebé y dejando que respirara por unos segundos —Mira lo lindo que se ve, Harry...— susurró con una sonrisa.

Harry lo miró y los ojos se le aguaron por lo lindo que se veía su hijo, por lo cómodo que sentía en esos momentos y por lo hermoso que era ver a Louis sonreír.

Leon tenía los labios entreabiertos y húmedos, la pancita le subía y bajaba con cada respiración, los ojos entrecerrados y el ceño fruncido mientras sus manitos buscaban la mamadera. Louis volvió a alimentarlo con cuidado de que no se ahogará y una vez había terminado todo el líquido, lo apoyó sobre su pecho y le dio suaves palmadas en la espalda. El rizado se acercó a besarle la pequeña nariz y Leon la arrugó antes de soltar el eructo.