Antes de seguir leyendo, quiero aclarar tres cosas. 1- Este es un especial, lo que significa que todo lo que pasé aquí no sucede en la línea del tiempo actual de la historia, 2- Todo será narrador desde el punto de vista de Thomas y 3- Esté especial lo hago, porque hoy en la noche hay un eclipse sangriento y se me vino una excelente idea y pensé ¿Por qué no plasmarla? Y ta-da ^^
Ahora sin mas preámbulo, a disfrutar de la lectura.
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— Si señoras y señores, esta noche se podrá admirar la belleza de la luna roja o como varios de dicen la luna de sangre. No se lo pierdan — dijo la reportera del noticiero en la televisión y yo simplemente lo apagué, estaba en el sillón de la sala comiendo los nachos que quedaron de anoche.
— Tía ¿de verdad vas a dejarme solo con ese sujeto? — le pregunté con desagradó, enserio Alan no me caía bien, para nada bien.
— Thomas, ya te dije que es una emergencia y el se ofreció a cuidarte, además, si no era el ¿Con quién te ibas a quedar? Por qué solo no te voy a dejar. — me respondió desde su cuarto, en el piso de arriba.
— ¿Y si mejor me quedo con otra persona? — pregunté esperanzado y mordiendome los labios.
— ¿Ah si? ¿Y con quién? — contraatacó bajando las escaleras con una maleta pequeña y vestida formalmente.
— Dimitri es una buena opción. — sonreí tontamente y mis mejillas se acaloraron un poco. Digamos que Dim esta cerca de eso a lo que los chicos cómo yo le decimos Crush, el es guapo y muy atento conmigo pero los únicos problemas que nos impiden estar juntos son, que el me dobla en edad y relacionarse conmigo es muy peligroso.
Suspiré pesadamente e hice un puchero.
— Bueno, no sé, déjame llamarle a Alan para saber si Dimitri estará ocupado esta noche y si quiere cuidarte. — ahora fue ella la que suspiro derrotada con su teléfono en sus manos.
— Eso Brad. — célebre mentalmente, sinceramente creo que hay una especie de conexión entre el y yo. Sin contar que sabe uno que otros secreto que se supone que nadie debería saber aparte de mi.
Le pasé el dedo al tazón que había quedado sucio del queso amarillo. Me baje del sillón para ir hacia la cocina y dejar el tazón, para luego echarme a dibujar un rato.
— ¿Enserio? Oh claro, muchísimas gracias, si esta bien ya le digo, hasta pronto. — mi tía estaba hablando por teléfono, y era con el. — ¡Thomas! Dimitri dijo que si.
— ¡Oh yeah! — célebre bailando con la música inexistente.
Salí de la cocina y ví a mi tía Cass texteando velozmente en su móvil, si que tenía unos dedos de acero.
