03. El recuerdo de confusión.

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Prompt miércoles: Cumpleaños.


— ⚘ ⚘ ⚘ —

—Como que ya se está haciendo tarde —comenta Temo. 

—Prometiste que te quedarías a dormir —reprocha Aristóteles con un puchero formado en los labios.

—Lo sé, sólo digo que quizás deberíamos dormirnos ya. Acuérdate que no te hace bien dormirte tarde, luego despiertas con dolores de cabeza muy fuertes —le recuerda.

—Está bien, tienes razón —concuerda—. Pero es que no tengo sueño, quiero saber más... me está gustando mucho esto de hablar contigo, lo que me has contado...

—Y podemos seguir mañana —. Le sonríe, recordando lo testarudo que suele ser. Incluso, piensa que lo es ahora mucho más de lo que era antes del accidente, así como muchas otras cualidades y defectos que se han unido a la lista que conforma a Aristóteles.

—Al menos cuéntame otro recuerdo. Uno último antes de dormir ¿Sí? —insiste—. Así te busco una pijama mientras tanto.

—Está bien, pero conste que es el último y a dormir —suspira—, ¿Qué quieres que te cuente ahora?

—Bueno, según vi en la lista... ¡Porque ahora los leí antes! —acota con vergüenza por lo sucedido anteriormente—, sigue un recuerdo de confusión...

—Estamos llenos de recuerdos confusos —menciona Temo—. Recuerdo uno en particular, uno donde casi echo a perder todo. La verdad es que es un momento bochornoso para mí, aunque ahora lo recuerdo con diversión más que con pena, pero definitivamente fue una confusión que casi termina con amistades, relaciones y todo lo que te imagines.

—¿Neta? ¿Tan cañón?

—Lo juro —expresa—. Es increíble la cantidad de información que puede tener una persona, o en este caso, yo.

—¡Cuéntame! —le pide con entusiasmo, mientras se reacomoda sobre la cama.

( ... )

Aristóteles preparó durante semanas la fiesta sorpresa que siempre deseó regalarle a Temo. Él de antemano sabía que su novio no era el más adepto a las fiestas, sin embargo, tenía la intuición de que una reunión en compañía de su familia y amigos, sería un regalo ideal, por supuesto, además de las sorpresas extras que le preparó.

Por fin era catorce de febrero, la tan esperada fecha había llegado. Faltaba poco para que dieran las ocho de la noche en punto, todos aguardaban en la casa de los López, entre ellos, se encontraban su padre y su madrastra, Pancho y Susana, también les hacían compañía sus hermanos, Lupita, Julio, Ana, Pepe y Lupe, así como sus hermanastros, Axel y Sebastián. También estaban algunos miembros de la familia Córcega, como los primos de Aristóteles, Julieta, Robert, Daniela y Linda. Claro que no podían faltar sus amigos, Mateo, Carlota y Thiago. Y por supuesto, el anfitrión, Aristóteles. Diego no encontraba con ellos porque, como mejor amigo de Temo, tenía la tarea de distraerlo durante la mayor cantidad de tiempo posible hasta que dieran las ocho. 

Toda la casa lucía discreta, no habían adornos y comida puesta. Todo estaba estratégicamente oculto para ser revelado una vez Temo entrase por la puerta junto a Diego. No habían fallas en el plan, todo estaba saliendo a la perfección, hasta que Aristóteles recibió un mensaje.

Diego 

Ari, ya estamos cerca... 

En cuanto leyó esto, Aristóteles indicó a todos, con presura, que se ocultasen en sus lugares y que apagasen las lucen. Así lo hicieron, incluido él, quien se escondió junto a Mateo detrás del sillón principal, sosteniendo juntos la enorme pancarta que Ari elaboró durante días, ésta llevaba la leyenda: "¡Feliz cumpleaños, Temo". Además de un dibujo caricaturesco del festejado. 

¿Cómo enamorar a mi novio en 24 horas? ; fluff fest AristemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora