Capítulo 4

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Vamos a una pizzería y me siento entre Clove y Lenna ,vaya, que mierda casualidad, hay esta él, toda la noche lanzándome miradas y ahora resulta que lo tengo en frente.

GENIAL

-Necesito ir al baño Clove, ¿me acompañas?- Le digo en voz baja

-Espera que me acabe este trozo.-Responde ella mientras saborea la pizza de atun y bacon.

Pongo los ojos en blanco y como no quiero parecer preocupada, subo al aseo yo misma.Necesito tranqulizarme. Solo llevamos apenas una hora y no puedo seguir así de incómoda.

¿Qué más da que me mire? Pues que lo haga, si total.

Tengo la maldita suerte de que estos aseos son unisex y maldigo esta pizzeria en lo más dentro de mi ser.Abro la puerta y ahí esta, quien si no va a ser. Quiero decirle que se largue, que me deje en paz de una puñetera vez pero ahí está apoyado en el umbral de la puerta, mirándome.

¿TENGO MONOS EN LA CARA O ALGO?- QUIERO SOLTAR

Suspiro enfadada me lavo las manos y salgo corriendo, rezo para no estar roja cuando vuelvo a mi sitio y empiezo a comer lo más rápido posible para así relajarme o algo. Yo que sé.

-Mujer, ve tanquila. - Dice uno de los chicos que ni siquiera sé como se llama.

La verguenza se apodera de mi, y cojo el móvil para disimular lo nerviosa que estoy. 

De repente, noto como Lenna me mira preocupada, asiento  a su mirada de relajáte y entonces me meto a la conversación que llevan hablando desde hace unos minutos sobre Twitter y su actualización nueva tan genial.

La noche transcurre bien, después de cenar damos una vuelta por las preciosas calles de Boston, y resulta que acabo pasándomelo bien, con mi propio consejo de ignorar las miradas de ese tal Jack que tanto me ponen nerviosa.

UN SALTO AL VACÍODonde viven las historias. Descúbrelo ahora