Vamos a una pizzería y me siento entre Clove y Lenna ,vaya, que mierda casualidad, hay esta él, toda la noche lanzándome miradas y ahora resulta que lo tengo en frente.
GENIAL
-Necesito ir al baño Clove, ¿me acompañas?- Le digo en voz baja
-Espera que me acabe este trozo.-Responde ella mientras saborea la pizza de atun y bacon.
Pongo los ojos en blanco y como no quiero parecer preocupada, subo al aseo yo misma.Necesito tranqulizarme. Solo llevamos apenas una hora y no puedo seguir así de incómoda.
¿Qué más da que me mire? Pues que lo haga, si total.
Tengo la maldita suerte de que estos aseos son unisex y maldigo esta pizzeria en lo más dentro de mi ser.Abro la puerta y ahí esta, quien si no va a ser. Quiero decirle que se largue, que me deje en paz de una puñetera vez pero ahí está apoyado en el umbral de la puerta, mirándome.
¿TENGO MONOS EN LA CARA O ALGO?- QUIERO SOLTAR
Suspiro enfadada me lavo las manos y salgo corriendo, rezo para no estar roja cuando vuelvo a mi sitio y empiezo a comer lo más rápido posible para así relajarme o algo. Yo que sé.
-Mujer, ve tanquila. - Dice uno de los chicos que ni siquiera sé como se llama.
La verguenza se apodera de mi, y cojo el móvil para disimular lo nerviosa que estoy.
De repente, noto como Lenna me mira preocupada, asiento a su mirada de relajáte y entonces me meto a la conversación que llevan hablando desde hace unos minutos sobre Twitter y su actualización nueva tan genial.
La noche transcurre bien, después de cenar damos una vuelta por las preciosas calles de Boston, y resulta que acabo pasándomelo bien, con mi propio consejo de ignorar las miradas de ese tal Jack que tanto me ponen nerviosa.