Me desperté por los rayos del sol que provenían de la ventana, me intente levantar pero algo que hacía presión sobre mi pecho me lo impidió, baje la mirada y allí estaba Liam usándome como almohada.
Se veía hermoso durmiendo, es la segunda cara que más amo de el, le sobe suavemente el cabello mientras que sonreía como un tonto, verlo tan tranquilamente y placenteramente durmiendo me traía una paz profunda.
-Buenos días bebe.- dijo acomodándose en mi pecho y rodeando su cintura con sus manos.
-vamos a desayunar, para luego ir a trabajar.-
-No, no quiero, me quedaré contigo así toda la vida.- dijo haciendo un lindo puchero y escondiendo su cara en mi.
-tenemos que levantarnos amor.- dije agarrando las sábanas y lanzándolas al piso.
-está bien bebe pero solo si me das muchos besos.- dijo acercando si cara a mi.
-Está bien amor.- dije agarrando su cara y dejando pequeños besos al rededor de su rostro.-Te amo.-
-yo siempre lo haré, que quieres desayunar??
Quieres que te haga rollos de canela??-
Dijo sentándose en la cama.
Cuando se sentó vi sus lindas longitud que se hacían en su pancita, amo todo de el.
-si, quiero comer rollos de canela, amo los rollos de canela y tus longitas parecen rollitos de canela.- dije dejando un pequeño mordisco en las longitas de Liam.
-AAAHHH!!.-
-Eso duele.- dijo haciendo un movimiento brusco. -definitivamente amo tus rollitos de canela.- dije dejando un dulce beso en sus labios.
-y yo definitivamente te amo.-
