Historias cortas principalmente de:
Ubbe Ragnarsson / Jordan Patrick Smith
Hvitserk Ragnarsson / Marco Ilsø
Ivar the boneless / Alex Høgh Andersen
Esta historia tiene alto contenido sexual y lenguaje explícito, lees bajo tu responsabilidad.
Segundo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
————————🔹————————
Estabas en el bosque con tus hermanos Alfred y Aethelred practicando con sus espadas desde muy temprano, llegó la hora del desayuno y ustedes tres tenían que volver al palacio no muy lejos de donde estaban pero tuviste un contratiempo con tu caballo y tus hermanos se habían adelantado para ese entonces.
Tu pobre yegua se había quebrado la pata luego de espantarse al ver una serpiente, te demoraste más al seguirle el paso rehusándote a dejarla allí. Ni modo, te perderías del desayuno pero tu yegua merecía el sacrifico, después de todo era como una mejor amiga para ti.
Tomando el camino libre de rocas, te ibas a demorar más y eso te guió a un campamento cerca de la costa, obviamente tu curiosidad pudo más que tu hambre y fuiste a observar de cerca dejando a tu yegua en un lugar cómodo y seguro.
Al acercarte te diste cuenta de que eran extranjeros, precisamente vikingos, retrocediste dispuesta a irte lo más lejos posible de allí pero fue demasiado tarde. Tres hombres páganos te tenían rodeada y otros más se acercaron al verte.
Corriste pero te tomaron rápidamente, pataleaste y gritaste por ayuda pero fue en vano. Te llevaron a una tienda de campaña improvisada y te amarraron las muñecas.
—¡Suéltenme! ¡No haré nada, lo juro!– lloriqueaste. Simplemente te ignoraron.
Rendida te sentaste en el suelo y esperaste en lo que pareció una eternidad hasta que aparecieron tres hombres en la tienda mirándote intrigados, aun más por tu vestimenta que no era un simple vestido.
—¿Cual es tu nombre?– pregunto uno de ellos hablando bien el idioma. Su cara se te hizo familiar pero no podías recordar de donde.
—Olvidemos las presentaciones hermano, ¿que haces aquí?– Un hombre alto se acercó y se puso a tu altura cuando vio miedo en tus ojos –Me llamo Bjorn y ellos son mis hermanos Ubbe y Hvitserk, somos los hijos de Ragnar Lothbrok– y ahí es cuando tu mente se aclaró.
Ahora lo recordabas, ese tal Ubbe era idéntico a el. Habías visto a Ragnar con tu abuelo hace ya un tiempo, hasta habías jugado ajedrez con uno de sus hijos que por cierto no lo habías visto por aquí y era difícil olvidarlo.
—... ¿te mandaron a vigilar nuestro campamento?– te pregunto Hvitserk que al parecer llevaban hablando ya un rato pero tus pensamientos te inundaron.
—¿Que-e? No... yo estaba pasando por aquí y los vi, no dire nada a mis padres, lo juro– les rogaste.
Al ver que no decían nada continuaste.
—Mi padre es el rey, puedo hacer que hablen con él pacíficamente y llegar a un acuerdo– hablaste y se miraron entre sí.
Sin más salieron de la tienda dejándote ahí sola, otra vez. Al poco rato escuchaste un ruido en la entrada pero no veías casi nada por lo oscuro que estaba.