En esta última mitad de la serie...
Lia está lista para irse a Nueva York, todos tienen su futuro definido pero algo se interpone.
¿Cazadores?
¿Gerard?
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- Fueron asesinados.- Scott puso el palo de lacrosse ensangrentado en la mesa. - Por el cazador nuevo de Beacon Hills.-
- Matar al Sabueso fue pura suerte, o eso pensamos, pensamos que era un novato. Tiene un maestro, uno profesional con años de experiencia.- Miré a Argent.
- Gerard.- Respondió. - Significa que es mi culpa. Yo lo dejé ir.-
- No podías hacer nada más.- Habló Lydia.
- Lo podría haber matado.- Mencionó Malia.
- Malia.- Susurré y ella se encogió de hombros.
- Solo decía.-
- No somos verdugos.- Habló Lydia.
- Pero él es un asesino.- Hablé alzando mis cejas.
- Sí, las cosas son así cuando se trata de guerra.- Añadió Malia.
- Por eso haremos las paces.- Sugirió Scott.
- ¿Con Gerard? ¿Cuál tornillo se te zafó?- Pregunté frunciendo el ceño.
- Lia, sabes lo que se aproxima. No dejamos de usar esa palabra.- Habló Scott.
- Guerra.- Habló Chris.
- ¿Qué puede evitar una guerra?- Preguntó Malia.
- Una cumbre de paz.- Respondió Chris.
- Claro, nos encontramos cara a cara con Gerard. Vemos que quiere y detendremos esto antes de que empeore.- Habló Scott.
- Oh, asombroso y después todos terminamos con una bala en la cabeza.- Hablé sarcásticamente y él me miró.
- Lia tiene razón, el la última reunión, dejó ciego a Deucalion. Y luego mató a todos los demás, incluyendo a sus hombres.- Habló Lydia.
- Scott, esto no es para nada buena idea.- Lo miré preocupada.
- Yo iré.- Habló Chris y lo miramos. - No me van a matar a mí.-
- ¿Estás seguro de eso?- Preguntó Malia.
- No mucho.-
- Solo necesitamos descubrir qué quiere. Entonces podremos negociar.- Habló Scott.
- Aunque él esté de acuerdo, sus términos podrían ser difíciles de cumplir.- Mencionó Argent.
- Por eso es una mediación. No espero recibir nada sin dar algo a cambio.- Respondió Scott.
- Entonces, debes pensar en qué tanto estás dispuesto a dar y que tan lejos llegarás para detener una guerra.-
[...]
- No debiste venir solo, Scott.- Escuché decir a Monroe.
- Si, esa es nuestra señal.- Susurré.
Moví mi mano lanzando a un hombre contra la pared.
