Reencuentro // BKDK

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''Kacchan'' Murmuró Izuku en un suspiro, como si la mirada del rubio lo hiciera entrar en trance.

Katsuki pudo sentir un escalofrío recorrer su espina al escuchar como ese estúpido apodo salía de los labios del peliverde, el pequeño pervertido no podía hablarle así, era injusto. Tanto así que tuvo que tomarse un segundo antes de perder el uso de la razón; cerró sus ojos por un segundo moviendo su rostro en otra dirección con una inevitable sonrisa en sus labios. Ya lo tenía.

''Pareciera que lo haces a propósito, pequeño bastardo.'' Apresurarse no estaba dentro de los planes de Katsuki, pero Izuku se lo ponía imposible con esa cara.

Como si de imanes se tratara, los labios de Bakugo atacaron con algo de brusquedad los de Izuku; era culpa de la ansiedad. Si bien había intentado mantener un semblante calmo el rubio no podía contenerse ahora, eso era lo que Midoriya desencadenaba en él. Sus impulsos bestiales quedaban al descubierto cuando de él se trataba.

Apretó con cuidado los costados del delgado cuello de Izuku mientras su otra mano lo sujetaba de la cintura con propiedad, como si estuviesen hechas para clavarse ahí.

Izuku ante la presión de las manos de Bakugo en su cuerpo soltó un casi inaudible quejido, no podría desear estar en un mejor lugar. Con algo de torpeza atrapó la suave lengua de Katsuki en la suya, quería sentir más de él.

Parecía desesperado y el poco de cordura que le quedaba maldecía por aquello, no quería que el rubio lo notara, pero se le hacía imposible controlar sus impulsos. Su piel ardía anhelante por ser tocada por él.

Con su mano buscó el rostro de Katsuki solo para sentirlo más cerca, necesitaba todo el él, quería sentirlo consigo para no confundirlo con un muy elaborado sueño, que de seguro lo haría despertar con una descomunal erección.

Bakugo al quedar sin aliento quebró el beso, tomando un par de centímetros de distancia del rostro de Izuku sin quitar la mano de su cuello; se podía alcanzar a ver un pequeño hilo de saliva pegado en el labio inferior de Izuku, quien en un principio reclamó por la separación.

''¿Te das cuenta de lo que provocas?, pequeña mierda.'' El rubio sonrió macabro sobre sus labios mientras presionaba con su propio peso el cuerpo del contrario sobre la encimera de los lavamanos. Izuku sintió claramente la forma dura de Katsuki haciendo presión sobre sus nalgas a través de los jeans oscuros que llevaba.

Sentía que se estaba volviendo loco, los malos recuerdos y el trauma le habían hecho olvidar como era el tener sexo con Katsuki y sentía que estaba experimentando todo como una primera vez, a pesar de haberlo hecho múltiples veces en el pasado. El aura sexual del rubio le volaba la cabeza una y otra vez.

''Ya sabes que hacer, ¿No?'' Katsuki besó con lentitud y suavidad una ultima vez los labios de Izuku mientras soltaba el agarre de su cuello. El mas bajo entendió la orden de inmediato y no lo haría esperar, tampoco es como si pudiese contenerse.

Midoriya asintió al instante haciéndose a un lado para arrodillarse frente a Katsuki, iba dispuesto a desabrochar la hebilla de su cinturón, pero repentinamente se sintió nervioso, como si fuese la primera vez.

Sus manos temblaron levemente al tomar la hebilla entre sus dedos mientras Katsuki lo miraba atento. Sintió como el rubio tomó sus manos con delicadeza al verlas temblar. ''Tranquilo'' Habló suave ayudándolo a desprenderse de su correa sin quitarle los ojos de encima.

Izuku sostuvo la mirada en Katsuki mientras desabotonaba sus jeans negros y bajaba la cremallera con lentitud. ''Lo haces bien, no estés nervioso, no es tu primera vez.'' Sonrió el rubio mientras acariciaba la mejilla del contrario con su pulgar. Y decía la verdad, no era la primera vez que tenía a Izuku temblando de rodillas frente a su entrepierna, solo que el transcurrir de los años había convertido al peliverde en un repentino manojo de nervios.