Capítulo 4

38 6 4
                                    

Aster

Kira y yo teníamos que ponernos de acuerdo para poder realizar nuestro proyecto, habíamos decidido hacer una llamada ya que era de noche y no podíamos vernos.

-¿Ya sabes a qué museo iremos?- Pregunto Kira.

-Ya, ¿Qué día te gustaría salir?

-Pensaba que podría ser mañana.

-Bien, ¿A qué hora paso por ti?- Indague.

-¿Vas a pasar por mí?- Dijo, algo sorprendida.

-Si, obvio, el museo al que te pienso llevar es sorpresa, así que tendrás que confiar en mí.

-Si claro, ¿Cómo es que mudaste recién y tu me vas a llevar? Acabaremos perdidos.

-Pues ¿Que te digo? Tengo bastante tiempo libre, he salido, entonces... ¿Confías en mí o no?- Hubo unos segundos de silencio.

-¿Tengo opción?

-Creo que no, y sí nos perdemos al menos estaremos juntos.

-En ese caso, esta bien.

Ya no teníamos nada de qué hablar, así que me despedí de ella.

-Nos vemos mañana, Miller.

-Hasta mañana Aster.

Al día siguiente me planté en su casa, aquel día de lluvia me había servido para saber cómo llegar.

Estaba muy nervioso, temía hacer o decir algo que lo arruinara todo, así que con todos los nervios de mundo, toque su timbre.

-¡Ya voy!- Grito mientras abría la puerta y se regresaba por una chamarra para posteriormente, ponérsela.

-Creo que sigues dormida- Me miro confundida.

-Te pusiste la chamarra al revés- Me burle, mientras le señalaba la prenda.

-Perdón, a veces no me fijo en cómo me visto -Dijo mientras reía y se ruborizaba- ¿Cómo nos vamos a ir?- Indago.

-Pues, pensaba en ir en bici, a unas cuadras de aquí hay un lugar para poder rentarlas, igual, no te preocupes que el museo no está tan lejos- Ella me miraba divertida para luego decir.

-Bien, pero si me canso será tu culpa- Me reprochó burlona.

Caminamos y conseguimos las bicicletas, en el trayecto casi no hablamos, solo para decirle hacia dónde ir, pues podría ser peligroso ir platicando.

-¿Ya conocías este museo?

-No, ¡Más vale que me guste! Es raro porque he vivido aquí toda mi vida y nunca había venido.

-Confía en mis gustos, estoy seguro de que te gustara- Asintió con la cabeza y nos dirigimos hacia la entrada.

Comenzamos a recorrer el museo y al mismo tiempo tome algunas fotografías para poder adjuntarlas en el proyecto.

-¿Tienes hermanos?- Me pregunto.

-No, soy hijo único, ¿Tú?

-Igual, pero ¿Sabes? A veces me gustaría tener a alguien, mi casa estaría menos vacía y supongo que mi vida sería más entretenida.

-¿Y tus padres?, ¿No están contigo?- Después de esa pregunta me contó que sus padres no suelen estar mucho en casa por su trabajo.

-Bueno, quiero que sepas que si algún día quieres compañía, puedes llamarme y así no te sientes tan sola o... podemos sentirnos solos juntos, lo que mejor te funcione- Ella rio ante mi comentario.

Indeleble Donde viven las historias. Descúbrelo ahora