Capítulo 9

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Aster

Aquella noche casi no pude dormir, entre lo qué pasó en la escuela y luego con Kira, mi mente no dejaba de pensar en mil cosas; Kira realmente era grandiosa, la mayoría de las personas al ver alguno de mis ataques de ansiedad se quedaban en blanco y me dejaban solo, por ello, al saber que uno se acercaba me alejaba de todas las personas, sin embargo Kira se quedó y me ayudó a calmarme, me escucho y luego me saco de la escuela para mantenerme distraído, eso era algo que jamás terminaría de agradecerle.

Al día siguiente decidí no ir a la escuela, no me sentía con ganas, aún así llame a Kira para invitarla a cenar ese mismo día.

Me sentía nervioso, estaba seguro de que eran los mismos nervios que tuve en el planetario, eran los mismos nervios que sentía cada vez que Kira se acercaba a mi para darme un abrazo, aún con todo eso en mi cabeza decidí ignorar todos esos sentimientos.

Quería llevar a Kira a un restaurante italiano, me había ofrecido para pasar por ella pero ella había insistido en llegar al lugar por su cuenta.

Así que me arregle y salí de mi casa, llegue un par de minutos después que ella.

Al ver esos tonos azules y verdes que tanto me gustaba de sus ojos, los nervios volvieron pero intente calmarlos al instante.

Venía vestida bastante bonito, llevaba un vestido morado claro que le quedaba ajustado al cuerpo junto con una chamarra de jean haciéndola lucir cómoda.

Yo llevaba pantalones de mezclilla y una camisa, nada demasiado wow, comparado con lo bonita que se veía en aquel vestido.

-¡Hola!- Me saludo con una sonrisa algo fingida.

-Hola, me alegra de que vinieras.

-¿Cómo no vendría?

Después de eso nos quedamos en silencio... un silencio bastante incomodo teniendo en cuenta que nosotros nunca nos quedábamos callados.

Los nervios del inicio volvieron, ahí supe qué quizá eran porque tenía miedo de que se alejara de mi.

-¿Estás bien?- Pregunto ella sacándome de mis pensamientos.

-Si, estoy bien, es solo que... Es algo tonto, olvidado- A pesar de no haberle dicho nada, ella pareció entenderlo todo.

-No me alejare, no tienes porqué preocuparte- Me respondió.

-Lo sé, es solo que la mayoría suele huir de todo esto, a veces es como si los problemas me persiguieran y no quiero arrastrarte conmigo.

-Descuida, te entiendo, mi vida tampoco es perfecta y ¿Sabes que? No importa que tan graves sean nuestros problemas, los resolveremos juntos, ¿De acuerdo?

--Me alegra porque no pienso dejarte ir así de fácil.

En ese momento, ordenamos nuestra comida, ambos habíamos decidido pedir pasta.

La cena fue tranquila, no tocamos temas sensibles, hablamos más que nada de la escuela, el ambiente estaba algo tenso pero no le di mayor importancia, tampoco era incomodo así que no me molestaba.

-Oye, se que ya es tarde pero quería saber si te gustaría que fuéramos a mi casa a ver algo, no lo sé, quizá una película o una serie, claro que, solo si tienes tiempo.

-Si, me encantaría- Respondí dedicándole una sonrisa.

Una vez que terminamos de cenar le pedí que me esperara en la terraza del restaurante que tenía vista hacia la ciudad mientras yo pagaba la cuenta.

a que lo hice la vi observando el cielo, me acerqué a ella y la abracé por la cintura haciendo que su espalda quedara pegada a mi pecho, recargue mi cabeza en su hombro mientras observaba la vista, Kira se volvió a mirarme.

-Durará más si le tomas una foto- Le dije en tono burlón.

-Prefiero tomar una de nosotros ¿Te parece?- Yo asentí con la cabeza mientras ella sacaba su teléfono y tomaba la fotografía.

La foto era perfecta, ambos salíamos sonriendo provocando que nuestros hoyuelos se marcaran y el reflejo de la luna se veía en nuestros ojos, nos veíamos bien, sin duda se convirtió en una de mis fotografías favoritas.

-Necesitaré que me mandes esa foto.

-Claro, en cuento lleguemos a mi casa té la mando.

-¿Lista para irnos preciosa?

-Claro, vámonos.

Estuvimos platicando todo el trayecto a su casa.

-¿Tus padres no están?

-No, tuvieron que salir de la ciudad, tú sabes, por el trabajo y esas cosas, regresarán en un par de días, digo, quizá te gustaría venir a hacerme compañía.

-Bien, me verás mucho por aquí.

La casa de Kira era muy bonita, es bastante espaciosa y algunas paredes están pintadas de un color azul muy clarito, casi blanco, supongo que para darle algo de vida a la casa, a parte de las mil fotografía de Kira colgadas por las paredes desde chiquita hasta la más actual.

Su habitación está más decorada al estilo minimalista, pintado de un gris clarito y decorado con hojas artificiales en las paredes, también tenía un escritorio con una computadora de un tono turquesa muy bonito y encima del escritorio varías fotos Polaroid colgadas, algunas de ella, de Alexa, de viajes y algunas otras cosas.

-¿Qué quieres ver?- Me pregunto mostrándome una caja llena de cd's.

-Pues nunca he visto esta- Dije señalando una de doctores, llamada "hospital".

-¿Bromeas no? Dicen que es la mejor serie del mundo.

-Oh, Entonces ¿Ya la viste?

-No, de hecho no, pero eso dicen- Respondió provocando que ambos riéramos.

-Bien, veámosla entonces.

Ambos nos acomodamos en unos cojines que ella tenía en otra habitación, nos quedamos en silencio en cuanto la serie comenzó, no hablamos a menos que fuéramos a comentar algo de los casos que se veían.

Estar con Kira me tranquilizaba de una forma inexplicable, si en el día he estado nervioso o ansioso, al tenerla ahí, cerca de mi, toda esa tormenta de emociones se calman, es algo casi automático, algo que nado nunca había logrado provocar en mi.

Siempre había sido de las personas que les cuesta controlar sus emociones, aveces ellas son más fuertes que uno y en algún punto simplemente todo explota, era como si hubiese un huracán dentro de ti, tu mundo de vuelve borroso y dejas de tener control sobre ti mismo, con Kira no ocurría eso.

Habíamos visto ya toda la primer temporada- que no era tan larga- cuando decidí ver la hora, ¡Eran las dos de la madrugada!

-Joder, es súper tarde.

-¿Tienes que llegar a casa o quieres quedarte aquí?

-¿Puedo quedarme? La verdad no quiero regresar a esta hora.

-Claro, quédate en este cuarto, yo me iré al de invitados.

-No, yo me iré, es tu casa después de todo.

-Claro que no, me iré yo y no acepto un no por respuesta- Kira recogió sus cosas y se marchó.

-Buenas noches, preciosa.

-Buenas noches, Aster.

A la mañana siguiente me tuve que ir temprano porque mi madre llegaría a dormir y si no me encontraba se alarmaría bastante y no es precisamente algo que me gustaría ver.

Fui a ver a Kira pero aún no despertaba así que le deje una nota en su espejo para que lo viera cuando despertara.

<Me tuve que ir temprano, no quise despertarte, volveré más tarde, no veas más capítulos sin mi.>

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