II

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El principio de un gran compromiso.

La puerta de los aposentos del Omega fueron abiertas bruscamente, unos pasos apresurados resonaban por las cuatro paredes. Harry estaba teniendo un hermoso sueño, hasta que unas manos lo tomaron por los hombros y lo sacudieron. Abre los ojos rápidamente y ve que frente suyo se encontraba el rostro de su vieja amiga: Uma Lennox. La Beta lo abraza.

—Harry eres un pésimo mejor amigo, que pensabas al ir te dé la nada. —Lo suelta. Harry pone su espalda en el respaldo de la cama.

—Ganar. —Le responde. Sus manos se transforman en un puño, refriega sus manos en sus ojos. —¿Qué hace acá?

—Levántate.—Levanta las cobijas que arropaban el cuerpo del Omega. Tiro de su brazo y lo hizo levantarse. —Anda.—Pone sus manos en la espalda baja del Omega, lo empuja en dirección a la habitación en donde estaba la bañera. Entra a la habitación y ve como hay una tela para después secarse, se encuentra solo en la habitación, ya que les ordenó a sus doncellas que él iba a hacer su aseo personal y que no necesitaba su ayuda. En frente suyo está una bañera echa de oro, camina hacia esta, toca el agua no era caliente ni fría, estaba en la temperatura perfecta, el agua está adornado de pétalos de flores, en las puntas de esta se encuentran velas aromáticas. Con la punta de la tela del camisón que le cubría el cuerpo empieza a sacárselo. Cuando está completamente desnudo se mete en la bañera, el agua hacía que sus músculos se relajen, toma un jabón, era de color rosáceo claro, casi transparente. El contacto con el jabón a su cuerpo empezó, se pasó el jabón en el cuello, brazos, levantó un poco la pierna dejando ver la rodilla, pasó el jabón por ella, paso el jabón debajo de los brazos. Después decidió relajarse por unos minutos. Se levanta cuando cree que ya a estado suficiente tiempo, se empieza a secar y se da cuenta de que no había vestimenta la cual ponerse. Se pone una bata, era de un color azul marino. Camina hacia la puerta toma la manija de oro, abre la puerta. Al momento de cerrar la puerta atrás suyo se da cuenta de la presencia de sus doncellas y sastre. Estos los miran y hacen una reverencia.

—Uma, me puedes explicar esto.— Señala a los que están en la habitación.

—Obvio Harry, es que me pidieron si te podía acompañar y asesorar para el evento de esta tarde, y yo claramente que acepte.

—¿En serio?. —Levanta las cejas, en su voz hay incredulidad. La beta asiente. —Esto tiene que ser broma.

—No, no lo es.—Camina hacia el sastre y le susurra en su oído. El sastre asiente.

—Príncipe Harry, la Reina Uma me avisó de las opciones que solicitaba que fuera su vestimenta para esta tarde. —Señala el traje que estaba estirado en la cama del rizado. El hombre mira a Uma y está asiente, hace una reverencia y se retira de la presencia de la realeza.

—Uma me puedes explicar de qué opciones estaba hablando el sastre. —Había una sonrisa tensa en los labios de Harry. Los ojos de Harry van a la dirección de su cama, pone su mano en el puente de su nariz.—Ese color.—Susurra al ver que color es el traje. Sus ojos van a dirección a la caja de cristal que se encontraba al lado del traje.—Flores.

—Harry no empieces a hacer un berrinche, agradece que soy yo quien te está asesorando y no Ada.

—En este preciso momento me hubiera encantado que hubiera sido Ada.

La Beta dio un pequeño bufido. —Mal agradecido.

—Es que. —Suspira. Camina hacia la cama y toma la prenda. —Es que este horroroso color tenías que elegir.

—Ese color es perfecto, no iba a dejar que utilizarás negro, has estado años utilizando colores sobrios, tus vestimentas necesitan un poco más de color y alegría.

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