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Sólo te quiero para que me quites el sueño...
La semana estaba pasando demasiado lenta.
Era apenas miércoles y yo estaba agotado, entre las prácticas de básquet, aprender a tocar la guitarra y las clases era un total caos.
Mi tiempo con Jaejoong se había reducido de vernos todos los días a vernos un par de horas con suerte al día. El señor Kim lo ha mantenido ocupado a propósito y aunque mi novio estaba siendo paciente. Me pregunto cuanto durara antes de que su mal genio explote.
Con un poco de cansancio y algo parecido a la molestia entro al gimnasio. Los nuevos integrantes del equipo están en la cancha.
Me siento en las gradas mirando a los juniors del equipo siendo regañados por Rae sunbae, pero lo que más detesta hyung en este mundo es la impuntualidad y que desacrediten su autoridad. Así que como nadie es lo suficientemente valiente para intervenir, solo nos mantenemos en silencio.
—Yunho a la cancha. — el grito de hyung me sobresalto porque estaba distraído.
Me levante y camine hasta el centro, después de hacer unos cortos ejercicios de calentamiento me dispuse a mantener la mente en el juego.
Un partido amistoso entre los superiores y los juniors no se escuchaba tan mal.
Aunque de partido amistoso no tenía nada, era literalmente una guerra por el honor. Los hyung se tomaron a pecho eso de ganar y dieron todo en la cancha. No les importo nada.
— ¡Siwon! ¡Estoy libre! — grite, extendiendo mis manos por la pelota mientras esquiva al Cha Eun Woo, tratando de permanecer abierto.
Aunque la altura del niño era sorprendente y lograba cubrirme por completo.
Vi que los ojos de mi amigo se encontraron con los míos y luego se alejaron, cuando uno de los hoobae intento quitarle la pelota.
Siwon giro alrededor del junior, enviando un pase suelto por encima de la cabeza de Eun Woo hacia mí. El pase fue salvaje, tuve que saltar con los brazos extendido para atrapar la pelota.
El sonido del silbato cortó nuestro juego.
El entrenador interrumpió en la cancha. Señalando la pelota en mis manos y mirando a Siwon.
— ¿Qué demonios estás haciendo, Siwon? Nada de pases salvajes, la imprudencia siempre hace que perdamos el partido.
Siwon asintió en silencio y camino hacia las gradas a donde el entrenador lo envió después de regañarlo.
