Capítulo 9

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Hacia tiempo que no tomaba una decisión inmadura, nunca había sido de las personas que tardaban en razonar para poder hacer algo, claro... Después del incidente a los 19 años.
Me gustaba mucho este chico, me apasionaba la forma en la que su arte hacía más arte de mi y conmigo; éramos amigos o bueno... Así lo entendía yo, no sé si era mi dejadez a la hora de expresar mis sentimientos o simplemente mi miedo a ser rechazada. Harry parecía ser un personaje sacado de una novela trágica, alguien misterioso y a la vez conocido por el mundo, alguien que se mostraba tanto en sus letras pero se escondía tanto entre sus palabras, y eso era lo que me fascinaba de él, el reto de intentar descifrarlo, de entenderlo y de lograr ser parte de él, quizás algún día una de sus canciones contaría nuestra historia... En fin, volvamos a lo de la decisión.

- entonces... ¿Le dirás lo que te pasa con él? ¿O no? - Annet esperaba ansiosa mi respuesta mientras se acurrucaba con una de mis colchas en el sofá.

- no lo sé, es que... - dudé - no sé exactamente qué es lo que me pasa con él, ese es el asunto.

- ¡es más claro que cualquier gota de manantial amiga! - se lanzó hacia su espalda con emoción - el tipo te gusta y mucho... Mira que con Hendrick nunca te ví así de alborotada.

- uhmm... ¿Tu crees? - me senté a la orilla extrema del mismo sofá y trate de disimular mi nerviosismo, era tan difícil aceptar que algo así me estaba pasando después de tanto tiempo.

- ¡claro! Y la verdad no sé porqué, Hendrik era un buen muchacho, el prototipo perfecto para alguien como tú Sash... Pero bueno te gusta lo raro al parecer.

Cuando Annet nombró a Hendrik quise recordar porque nunca logré enamorarme de él; era un compañero de cocina, niño apuesto y con buenos modales, reconocido por ser un nuevo prodigio en la profesión y además por ser uno de los solteros más cotizados de la ciudad; historial impecable, no se trataba de un rompecorazones en lo absoluto, bueno al menos lo que aparentaba. Salimos por seis meses y aunque era muy atractivo y me trataba de lo mejor, yo no lograba conectar con él del todo, no lograba entenderlo y tampoco quería hacerlo, no me pasaba igual... Harry me hace querer hacer parte de sus días todos los días, en cambio con Hendrik, si me apetecia hacer eso era una vez al mes y él no lo merecía; sentí amor en esa relación no hay duda, pero no era de mi parte hacia él, era toda suya hacia mí.

- Él era lindo... - sonreí - pero no era lo que quería, no me pasa igual con Harry, a él lo quiero pero no sé de qué forma, no sé para qué y lo peor, no sé si a él le pasa igual.

- es simple amiga, mira lo que debes hacer es probar, ahí sabrás todo lo que realmente te sucede.

- ¿Probar? - la observé desconcertada y algo ansiosa.

- si, debes cogertelo - me devolvió la mirada pícara como ella siempre es.

-¿Estás loca? - di una carcajada - no haría eso nunca, sabes que el sexo no se me da tanto en relaciones informales.

- Ya sé aburrida, pero debes saber si realmente te importa y no hay mejor manera de averiguarlo que en la cama, así que amiga... - se paró del sofá - nos vamos a un spa a que te alisten y te dejen perfecta para el importante día de la revelación.

La idea cuando la lanzó simplemente me dejó sin palabras, no es algo muy mío eso de ir follando sin sentido por el mundo, yo sé que vivimos en una época en dónde el sexo ya es algo muy compartido pero, simplemente yo no era de ese tipo de persona, aunque está vez debo admitir que sí, que dudé, y dudé mucho...

Esa noche le dí mil vueltas a la cama teniendo la idea que Annet me había metido a la cabeza; quizás no era tan mala idea, y tal vez así lograba saber que era exactamente lo que me pasaba cuando estaba cerca suyo, además... Empecé a sentir curiosidad y antojo de saber que era lo que se sentía estar con él en ese sentido.

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Gracias por cumplir con la meta de corazones! Ahí deje el último capítulo; la meta se repite, 10 corazones para continuar con los siguientes capítulos! ❤️

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