Capítulo 7

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- Es aquí - se inclinó para cederme el paso a la entrada - Usted primero "Madama" - hizo una burlona reverencia y me empujó.
Leí desde en frente de la calle el letrero "Stracto" y al cruzar ví que era un café bastante bonito, clásico, antiguo... Vintage quizá, al llegar pude oler un intenso y delicioso aroma a pan recién horneado y casero, se me hizo agua la boca y sin decir mucho me dejé llevar a la mesa.
- ¿Te gusta? - sonrió ansioso con la mirada y fue en ese justo momento dónde supe que ese sería uno de los gestos más bonitos que vería en su rostro.
- Claro, huele delicioso, muero por probar ese pan, hablo en serio.
- lo harás, pierde cuidado... - calló por unos segundos y yo también - no sabía a dónde traerte a cenar, con tu profesión y lo que me contaste sobre ti, pues es bastante difícil encontrar un lugar que pueda impresionarte, así que decidí no complicarme y traerte a mi lugar favorito para pasar el rato.

Me quedé sin palabras, no incómoda sino algo desconcertada, me estaba confesando que se había preocupado por encontrar el lugar perfecto para mí.

- Me gustó mucho y debo decirte que desde la llegada quedé impresionada con los aromas.
- Aquí hay un poco de todo, un poco de mucho y así, este es un lugar bastante especial para mí... - su mirada se perdió y por instantes se puso nublada y distante, noté que luchó contra esa sensación y tomó su atención al menú que ya estaba en la mesa - puedes pedir lo que sea porque yo invito.

Quise preguntarle, pero luego entendí que tal vez esos eran temas difíciles y preferí callar.

Comimos mucho y como él mismo lo avisó, comimos de todo, compartimos y  reímos, la pasamos bastante bien durante esas horas tanto que olvidamos tocar temas personales, el pasado y lo que pensábamos sobre el futuro no importaron ahí; solo algunas ocurrencias flotaron por el ambiente, pero lo demás fue pura distracción y aunque fue sin querer, entendí que era mejor evitar hablar de las cosas preocupantes de la vida adulta o de las heridas del tiempo adolescente, al menos por ese momento.
Mientras perdiamos el tiempo, noté que su mirada se dispersaba de vez en cuando, como si recordara algún momento y le doliera tanto que prefería dejarlo, al menos por todo lo que la cita durace; también me dí cuenta que ese recuerdo regresaba bastante seguido cuando se distanciaba de lo nuestro y se quedaba callado por segundos.

- ¿Harry? - busqué su mirada - Hey, perdona que lo pregunte, pero... ¿Hay algo que te incomoda?.
- ¿Eh? - salió de sí mismo - no, solo que olvidé contarte un detalle de este lugar - me miró de imprevisto a los ojos, bebió un sorbo de su café y mientras lo hacía se inclinaba hacia el respaldar del sofá. - este lugar tiene el nombre de Stracto, antes tenía otro nombre, se llamaba Boulevard.
- Como la canción de Green Day - le interrumpí graciosa.
- sí creo... - no le pareció divertido mi comentario y continuó - bueno pues cuando se llamaba así solía venir mucho aquí con alguien que fue muy especial para mí... - guardó un silencio medio profundo - y hoy ya no está más.
- Vaya... - empecé a suponer muchísimas cosas, quizás se refería a una ex novia, ex mejor amigo o amiga, algún primo tal vez; lo correcto después de que alguien que te gusta mucho te diga eso son los celos, y sinceramente eso no fue lo que sentí, sus ojos lastimeros me hicieron sentir pena, se notaba que él extrañaba mucho a ese tan expectante "alguien". - lo siento mucho... - callé por unos instantes - ¿Algún día me contarás la historia completa? - lo observé atenta para poder anotar mentalmente sus expresiones.
- no lo sé, talvez... - se extendió a la mesilla y acercó el cenicero - hoy no, hoy solo quiero aprender más de ti y no pensar en nada más, solo en ti. - prendió el cigarrillo y el humo se extendió por el aire.

BoulevardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora