ocho

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MARCE'S POV

Me contestó, justo me contestó. Probablemente estaba durmiendo y aparte de llamarlo como veinte minutos después de que habíamos terminado de hablar, lo desperté. Si me odia no me sorprendería.

—¿Marce? ¿Todo bien?

—Hola Nico.— Tenía que inventar una excusa rápido para que pasara piola que me equivoqué. —Sí, todo bien, es que no me podía quedar dormida, estaba pensando en que el otro día, la Mili dijo que era Acuario, y estamos dentro del período de su signo, entonces, como habíamos -hablado hace poco, asumí que seguías despierto. Lo siento si te desperté...

—No, tranqui, me había dormido recién, no estaba tan dormido. Y creo que el cumple de la Mili ya pasó, tú llegaste como tres días después de su cumpleaños, el 6 de febrero, el de ella es el 3. 

—Aaah, no sabía. Muchas gracias por decirme, al menos me quedo tranquila. Y de nuevo, sorry por haberte despertado. Ahora me voy a dormir así que buenas noches, que duermas bien.

—Buenas no-— No terminé de escuchar porque le corté rápidamente ¡Qué vergüenza!, menos mal que me acordé lo de la Mili, bendita sea, fue un milagro. Ahora que sé cuando está de cumpleaños, voy a ir mañana a la feria o algún lugar así para comprarle un regalo. Por una parte para que mi salvada no sea tan mentira y por la otra, para regalarle algo por ser tan buena onda conmigo y haberme aceptado en su grupo. Cerré WhatsApp y me dormí.

El siguiente día era lunes, por lo que el Gonza estaba trabajando y mi mamá había ido al taller de florería que encontró por el Facebook del barrio. Eso significaba que tenía que despertar a mis hermanos y darles desayuno, pero como me desperté tan tarde, fueron ellos los que me trajeron desayuno. El Max me traía un pan con queso y la Carla traía un té helado porque no los dejan usar el hervidor. 

—Buenos días, hermana ¿Cómo estuvo tu noche?— Me preguntó el Maxi sentándose en mi cama.

—Yo diría que larga, la escuché hablando por teléfono como hasta las dos y media de la mañana.— Le respondió la Carla dejando la taza encima de mi velador y haciendo lo mismo que nuestro hermano menor. 

—Sí, me dormí un poco tarde, ¿Y esta sorpresa de que me traigan el desayuno? 

—El Max quería hacerlo, no te traje el té caliente porque la mamá no me deja echar agua caliente. Nosotros ya desayunamos, como el papá no se fue tan temprano, vio que seguías durmiendo y nos hizo algo para comer antes de irse. 

—Aah, que bueno ¿Qué comieron ustedes?— Les pregunté para que me contaran mientras yo me tomaba el té. Entre los dos, atropellándose al hablar, me comentaron todo lo que hicieron antes de venir a mi pieza.

Después de que desayuné, me bañé, y cuando terminé, el Max propuso que viéramos alguna película antes de que tuviéramos que hacer el almuerzo. Nuevamente, los dos discutiendo sobre lo que querían ver. Él quería ver un documental sobre animales salvajes y mi hermana quería ver una película de fútbol. Como no se pusieron de acuerdo, agarré el control y puse Shrek. Como dije anteriormente, soy fan de esas películas y después del debate que tuvimos el otro día con el Nico, decidí verla como él la analizaba.

Durante toda la película, no pude parar de pensar en él así que le mandé un mensaje cuando quedaba al menos una media hora. Le pregunté si en la tarde podía acompañarme a la feria artesanal a comprar algo. Aparte podría recorrerla porque solo he escuchado que se pone cerca de la playa pero no había ido. Él me respondió al tiro y me dijo que no había problema, aprovecharía de pasar a donde el Pancho a dejar el polerón porque ya había vuelto de sus vacaciones. Nos pusimos de acuerdo con la hora y entre mensaje y mensaje, se terminó la película y llegó mi mamá. 

Nico, el niño de ojos castañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora