Nico, el niño de ojos castaños

doce

MARCE'S POV

Al fin es viernes. Ya pasó una semana, bueno, cuatro días, desde que entramos al liceo y la verdad es que me está gustando mucho este lugar. La mayor parte del día la paso con el Nico y los mellizos. A la Topy y a la Mili solo las vemos en el recreo y a la salida de clases nos vamos juntos. Por ser la primera semana, no nos han dejado tarea todavía, así que hemos tenido tiempo de ir a comer al Mall o de ver películas en la casa de mi vecino. 
La Pascuala y el Róber me llaman todas las noches para preguntarme cómo estuvo mi día, que si me trataron bien, si he hecho más amigos y muchas otras cosas. Los extraño demasiado, me gustaría poder juntar a todos y ser felices, pero no se puede... tengo que acostumbrarme a mi nueva vida...

Volviendo al tema del liceo, lo único que no me gusta es que apenas puedo ver a mis hermanos. Como ellos tiene jornada de tarde y yo de mañana, nuestros horarios apenas nos permiten pasar tiempo juntos, así que cuando tomamos once, aprovecho de conversar más tiempo con ellos. La Carla ya está participando en el equipo de fútbol femenino del liceo y está muy emocionada. Todos los días practica, creo que rompió dos floreros y ayer, de no haber sido por el Nico, habría roto el ventanal del comedor, pero por suerte estaba mi vecino con ella y el pelotazo le llegó a él. 

El Max se metió a coro porque desde pequeño le ha gustado cantar y la profesora de música le dijo que sería una muy buena oportunidad. Por lo general, mi hermano no deja que nadie (además de mis padres) le diga qué hacer, entonces cuando nos contó, todos quedamos sorprendidos porque no le cuestionó nada, de hecho dijo que era una gran idea. El taller es día por medio y los sábados son voluntarios, así que el Max va a participar igual.

El único problema es que me enteré que el David es parte del coro porque tiene una banda con sus amigos y cuando mi mamá no pueda ir a buscar al Max, tendré que ir yo. No tengo ningún problema con él, aunque desde lo que pasó el primer día no hemos vuelto a interactuar. Sé que fui medio pesada al responderle, pero tampoco me voy a disculpar porque sigo firme ante mi posición de que puedo responder sola. 

La clase de matemáticas ya estaba terminando y con el Nico no podíamos seguir concentrados, ya solo nos quedaban algunos ejercicios de la guía, así que decidimos terminarla después. El castaño sacó dos hojas de su cuaderno y me dijo que hiciéramos una competencia de origami. Quien terminara primero de hacer un barquito de papel ganaba y el perdedor tendría que darle la respuesta de dos ejercicios al otro. 

Las reglas eran simples, nada de tijeras ni reglas para cortar el papel y había que cortarle los flecos a la hoja. Le pedimos a una compañera que estaba sentada detrás nuestro que contara hasta tres y empezamos. Primero doblé la hoja para marcarla, luego corté y comencé a doblarla. En un minuto ya tenía el barquito listo y cuando estaba a punto de decir "gané", escuché a mi contrincante decirlo antes que yo. Según yo, el mío había quedado más lindo, pero el Nico dijo que las reglas era quién hacía un barco primero, no cual quedaba mejor. Yo no estaba de acuerdo con el resultado, así que comenzamos una discusión. Desarmamos los barquitos, revisamos la prolijidad de los cortes y dobleces, medimos cuál era más grande que el otro porque eso agregaba dificultad. Tuvimos que pedirle nuevamente a nuestra compañera que nos ayudara, pero ella solo nos ignoró y siguió terminando su guía.

Estuvimos un buen rato así,  mandamos fotos de los papeles por el grupo de WhatsApp que teníamos y esperamos a que la Mili y la Tops tomaran parte por alguno de nosotros, pero no nos pescaron. Fuimos donde el profesor para que nos dijera quién tenía la razón y al final nos retó. Tuvimos que terminar toda la guía rápidamente porque iba a revisárnosla antes de terminar la hora.

Apenas sonó el timbre, le entregamos la guía al profesor y fuimos a esperar a la Miss para que también evaluara a los barquitos. Ya era un tema de orgullo. Ella tampoco quiso darle la razón a ninguno, por lo que decidimos que era un empate y botamos los barquitos, después de todo, la guía ya estaba terminada.