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MARCE'S POV

Ya pasó al menos una semana y media de la junta que hicimos en la casa del Nico. Durante estos días nos hemos topado varias veces. Hay días en los que lo veo desde mi ventana y lo saludo, otros en los que vamos juntos a comprar pan. Son solo casualidades pero muy seguidas. No he tenido mucho que hacer, la Topy me ha estado llamando más seguido y el miércoles nos volvimos a juntar en la casa del Nicolás. 

Aunque extraño un montón a mis amigos. Extraño mucho ver a la Pascuala molestar al Róber mientras vemos películas y después terminarla. Que se queden a dormir, que a la mañana siguiente me acompañen al pan, escuchar las tonteras que hablaban, sacarnos fotos, etc. Pero no voy a pensar tanto en eso porque no quiero llorar.

Estar con el grupo de mi vecino y sus amigas me ha hecho distraerme un poco pero cuando llega la noche, cuando estoy sola en mi casa, pienso en todo lo que dejé atrás y me da pena, mucha pena. Llevamos solo unas semana acá y sé que debo acostumbrarme, pero es difícil, toda mi vida acostumbrada a ver a mis amigos todos los días y a mis abuelos los fines de semana. 

Ahora todo era distinto, la única manera de verlos era por videollamada y escuché a mi mamá conversando con Gonzalo el otro día diciéndole que no visitaríamos nuestra antigua ciudad hasta que nos acostumbráramos. Sin siquiera darme cuenta estaba llorando. No podía contener las lágrimas así que me metí a la ducha y lloré mientras me bañaba. Adolescencia check.

Después de mi largo baño de lágrimas, me lavé bien la cara con agua helada para que se me deshinchara y me acosté a leer, no tenía muchas ganas de revisar mi celular o de bajar por lo que quedarme en mi pieza era mi mejor opción. Agarré el primer libro que vi y comencé a leerlo. Me pasé toda la tarde así. Me daba una que otra vuelta cuando la trama se volvía tensa e interesante. El Maxi fue a comprar con mi mamá así que me subió un pote con helado y más rato llegó el Gonza con una once para mí. Cuando estoy así, mi mami no me molesta ni me obliga a hacer cosas que no quiero, solo me dice que tengo que comer.

Al día siguiente, tampoco tenía muchas ganas de hacer cosas pero revisé los mensajes del día anterior, vi varios de la Topy, de la Pascu y de un número desconocido.

+569 **** ****

última vez a las 13.07

Hola, soy el Nico 12.00

La Topy está preocupada porque no contestas desde ayer y piensa que la bloqueaste así que me dio tu número para que te hablara desde mi teléfono. 12.33

Está todo bien? 12.34

La verdad es que me llamó un poco la atención, le mandé un mensaje de vuelta diciéndole que estaba todo bien, que no se preocuparan y lo agregué a mis contactos como "Nicolás". Después llamé a la Topy para que no siguiera especulando cosas locas. Mi nueva amiga me tuvo dos horas al teléfono preguntándome mil cosas y contándome un millón más. Me dijo que para la próxima vez que quisiera desaparecerme, al menos le avisara porque estuvo muy preocupada por mí. Yo le dije que estuviera tranquila y que para la próxima le iba a comentar. No le veía mucho sentido pero bueno.

Al parecer, hacer amigos nuevos no es tan malo después de todo. No soy una persona particularmente sociable pero mi vecino y sus amigas son esa clase de personas con las que me juntaría en el colegio y pondría sus nombres en el grupo aunque no hubiesen hecho nada. En mi antigua ciudad, mis únicos amigos eran la Pascuala, el Róber y eventualmente, el Federico. A veces pienso, ¿Cómo sería mi vida si nunca me hubiese enamorado de él? Probablemente todo hubiese estado mejor, quizás no habría sufrido tanto. Mi psicólogo me ayudó a entender que no era yo la que causaba los problemas, sino que eran las inseguridades de él. Al principio sentía pena por eso, intenté ayudarlo por varios meses para que él no se sintiera inseguro estando conmigo.

Nico, el niño de ojos castañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora