Capítulo 05

3K 320 211
                                    

Venti despertó tarde

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Venti despertó tarde. Sus ojos estaban rodeados de marcas moradas, y su piel había palidecido hasta el punto de parecer un cadáver. En su boca, el aroma del vino se había tornado repulsivo, y su cabello oscuro se había enredado hasta el punto de parecer una maraña insalvable. Para completar su apariencia desastrosa, sus labios tenían un color morado enfermizo.

A su lado, mientras renegaba en voz baja por el dolor de cabeza que le embargó, vio que su guitarra estaba a punto de caerse de su cama. Su teléfono había sufrido la misma suerte, solo que en vez de quedar al borde del colchón, ahora yacía en el suelo.

Un gruñido exasperado salió de su boca y él cubrió sus ojos, irritados por la luz solar que se filtraba por su ventana, con sus brazos. Esperaba que su móvil no se hubiese roto por la mala decisión de no haberlo colocado en un lugar seguro aquella noche. No sabía cuánto dinero podía permitirse en uno nuevo.

Los recuerdos de aquella noche eran diversos y borrosos. Recordaba haber tenido una pesadilla y haber despertado sobresaltado en la madrugada, pero a partir de ese momento no lograba rememorar mucho más. La presencia de su guitarra ahí implicaba que debía haber tocado música, pero el motivo no regresaba a su mente.

En realidad, no quería pensar en nada. Ahora mismo, sentía que en cualquier momento se quedaría dormido de nuevo, dejándose llevar por la calidez de sus mantas. Su cabeza daba vueltas, y al cerrar sus ojos notaba cómo su cuerpo quería sucumbir ante el sueño.

La calidez era suficientemente fuerte para entumecer sus músculos, y su boca se curvó en una mueca de dolor cuando la migraña se intensificó momentáneamente. En consecuencia, sus ojos se abrieron por completo y su paz desapareció de una vez por todas. 

Parecía haber enfermado por culpa de la brisa helada que había entrado en su habitación aquella noche. Habiéndose combinado con su incómoda posición al dormir, el resultado fue una fiebre intensa que atizaba cada rincón de su cuerpo. Ahora se arrepentía de no haber tomado mayores precauciones antes de tratar de descansar.

Su arrepentimiento sin embargo era en vano. Ahora debería permanecer todo el día varado en aquella cama, posiblemente bajo el cuidado de un muy enojado Xiao, tratando de reposar. Era un alivio que se hubiese tomado aquel día libre. No se imaginaba el caos que hubiese provocado enfermar justo el día de un concierto.

Con una sonrisa lamentable, trató de alcanzar el teléfono sin tener que levantarse de su cómoda cama. Sus dedos no tardaron en tomarlo cuidadosamente, y pronto lo colocó a su lado, solo para darse cuenta de que no tenía batería en lo absoluto.

Aquello lo dejó confundido por unos segundos. Recordaba tenerlo cargado del todo antes de irse a dormir, y ahora despertaba con una batería inexistente. No tendría más remedio que salir de la comodidad de su cama para poder tomar el cargador y enchufarlo al costado de su mesita de noche.

Incluso con el dolor, estaba seguro de que en cualquier momento podría dormirse de nuevo. Sin obligaciones, estar enfermo no iba a ser tan malo. Incluso podría aprovecharlo para hacer el vago todo el día, como tanto le gustaba.

Reincarnation [Venti x lector/a]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora